El balance de muertos por el gigantesco alud del sábado en el estado de Washington (noroeste de EEUU) subió este martes a 24 y los desparecidos se mantenían en 176, en tanto la guardia nacional se sumó a las tareas de rescate.
Los equipos de socorro recuperaron diez nuevos cuerpos este martes, que se sumaron a los 14 hallados hasta el lunes, anunciaron las autoridades.
"Desafortunadamente, no pudimos encontrar ninguna señal de vida", dijo el jefe de bomberos del condado de Snohomish, Travis Hots, en una rueda de prensa, tres días después del alud en el pueblo de Oso, 95 km al noroeste de Seattle.
El número de desaparecidos se mantiene en 176, pero hicieron énfasis en que podía haber algún doble conteo o personas que no se habían puesto en contacto con sus familiares aún, pero que podrían a estar a salvo.
Un total de 49 viviendas de este pueblo rural se vieron golpeadas por el muro de lodo, rocas y árboles de 2,5 km2 causado por el alud, que también destrozó parte de una carretera.
Hots dijo que la operación de emergencia está destinada tanto a buscar sobrevivientes como a recuperar cuerpos, pese a que las probabilidades de encontrar personas con vida disminuyen día a día.
"No hemos perdido esperanzas de la posibilidad de encontrar a alguien" con vida, dijo.
En tanto, desde Holanda, donde participaba de una combre de seguridad nuclear, el presidente Barack Obama dijo que "tenemos esperanzas, pero debemos reconocer que es una situación muy dura".
"Prevemos que el balance de fallecidos aumente con el correr de los días", había dicho más temprano Hots.
El número de desaparecidos se mantiene en 176, pero hicieron énfasis en que podía haber algún doble conteo o personas que no se habían puesto en contacto con sus familiares aún, pero que podrían a estar a salvo.
Obama declaró el estado de emergencia en el estado de Washington el lunes, lo que permite asignar recursos federales para las tareas de rescate.
Este martes, se sumaron 60 miembros de la guardia nacional y hasta 100 voluntarios a las tareas, informaron las autoridades.
"Esta va a ser un trabajo de muy largo aliento. Va a ser algo que nos lleve semanas", dijo Hots, quien prometió encontrar a cada una de las víctimas.
En la región, las lluvias han sido particularmente copiosas en las últimas semanas y los pronósticos anuncian más precipitaciones para los próximos días.