Estados Unidos designó a su nuevo encargado de negocios en Libia tras el asesinato el 11 de septiembre pasado del embajador Chris Stevens durante un ataque al consulado en la ciudad de Bengasi.
El veterano diplomático Laurence Pope subrayó a su llegada a Trípoli "el compromiso de Estados Unidos en profundizar sus relaciones" con Libia y en ayudar "al pueblo" de este país "en su transición hacia la democracia", indicó la portavoz del departamento de Estado Victoria Nuland.
Stevens, y otros tres funcionarios estadounidenses, murieron el 11 de septiembre cuando el consulado de Bengasi fue atacado por un grupo de manifestantes.
Trípoli, así como el gobierno de Baracak Obama, han dado varias versiones sobre las circunstancias y motivaciones de los presuntos autores del ataque el consulado, inicialmente atribuido a hombres armados enfurecidos por una película islamófoba.
La administración estadounidense anunció que "no descansará" hasta encontrar a los autores de los homicidios.