El primer ministro conservador David Cameron desestimó el jueves la carta abierta en la que la presidenta argentina Cristina Kirchner pide el "fin del colonialismo" y la devolución del disputado archipiélago de las Malvinas.
Un portavoz del jefe de gobierno conservador reafirmó ante periodistas que los habitantes de las islas denominadas oficialmente Falklands "tienen un deseo claro de seguir siendo británicos" y podrán demostrarlo en el referéndum previsto para principios de marzo próximo.
"El gobierno argentino debe respetar su derecho a la autodeterminación", aseguró el portavoz, subrayando que Cameron "hará todo para proteger los intereses" de los isleños.
En una carta publicada como anuncio publicitario en los diarios The Guardian y The Independent, Kirchner denuncia el jueves que Argentina fue "despojada por la fuerza" del archipiélago del Atlántico Sur situado a "14.000 kilómetros" de Londres "hace 180 años (...) en un ejercicio flagrante de colonialismo del siglo XIX".
"Desde entonces, Gran Bretaña, la potencia colonial, se ha negado a devolver los territorios a la República Argentina, impidiendo de este modo restablecer su integridad territorial", escribe en su texto dirigido a Cameron, con copia al secretario general de Naciones Unidas Ban Ki-moon.
La mandataria sudamericana recuerda que la ONU decretó en 1960 la necesidad de "poner fin al colonialismo en todas sus formas y manifestaciones" y que su Asamblea General adoptó en 1965 "una resolución que consideraba las islas como un caso de colonialismo e invitaba a los dos países a negociar una solución a su disputa de soberanía", seguida por otras numerosas resoluciones con este fin.
"En nombre del pueblo argentino, reitero nuestra invitación a que acatemos las resoluciones de las Naciones Unidas", concluye la presidenta argentina quien destaca contar con el apoyo de América Latina y numerosos gobiernos en el mundo.
Las autoridades de las islas, que tienen actualmente el estatuto de territorio británico de ultramar, también rechazaron las demandas de Kirchner.
"No somos una colonia. Nuestra relación con el Reino Unido es por elección", declaró Barry Elsby, uno de los ocho miembros de la asamblea legislativa del archipiélago.
"Contrariamente al gobierno de Argentina, el Reino Unido respeta el derecho de nuestro pueblo a determinar nuestros propios asuntos, un derecho consagrado en las Carta de la ONU y que es ignorado por Argentina", agregó a través de un comunicado.
Un portavoz del gobierno de las islas confirmó por su parte que los cerca de 3.000 habitantes de las Malvinas, en su mayoría británicos, están convocados a las urnas los próximos 10 y 11 de marzo para pronunciarse mediante referéndum sobre su estatus político.
Argentina rechaza este referéndum porque considera a los malvinenses "población implantada" desde que el Reino Unido asumió el control de las islas.
El gobierno argentino emite tradicionalmente un mensaje de reivindicación de la soberanía sobre las Malvinas cada 3 de enero, día del aniversario del desembarco de las tropas británicas en el archipiélago en 1833.
La disputa entre los dos países dio lugar a una guerra de 74 días que dejó 649 argentinos y 255 británicos muertos en 1982, aunque desde entonces Argentina canaliza sus reivindicaciones por la vía diplomática.
Coincidiendo con el 30º aniversario del conflicto, 2012 estuvo marcado por una escalada verbal entre Buenos Aires y Londres, y denuncias argentinas sobre una "militarización" británica de la zona y la exploración de posibles recursos petroleros, uno de los principales puntos de fricción.
En su reciente mensaje navideño a las islas, Cameron acusó a Argentina de negar a los malvinenses "su derecho a la democracia y a la autodeterminación", y de "tratar de aislarlos, bloquear su comercio y socavar sus industrias pesquera, de hidrocarburos y turística legítimas".
AFP.