“Nos parece equivocada la tesis de que el desescalamiento viola la Constitución”, dijo el Jefe Negoaciador del Gobierno en La Habana, Hurberto De la Calle Lombana, quien defendió la decisión del Jefe de Estado de suspender los bombardeos a los campamentos de las Farc, como un primer paso en aras de desescalar el conflicto y en respuesta al cese unilateral anunciado por esa guerrilla, asegurando que “no hay cese bilateral disfrazado”, como lo calificó el procurador Alejandro Ordóñez.
“Hay críticas que son normales en una democracia. Y que son de alguna manera bienvenidas pero debe quedar claro que esa decisión no entorpece ni limita la acción de las fuerzas armadas en todo el territorio nacional. No hay cese bilateral disfrazado. Esa apreciación es incorrecta”, dio De la Calle.
Explicó que el Presidente como comandante supremo de las fuerzas armadas “así como tiene la capacidad jurídica para utilizar la fuerza de manera legítima, la Constitución no le señala el tipo de armas que debe usar, donde usar unas u otras, ni la estrategia más conveniente. Ninguna constitución del mundo contiene normas de esta naturaleza. Sería absurdo. Sería absurdo interpretar que el Presidente tiene que usar siempre la mayor fuerza posible, sin ninguna otra consideración”.
Recordó que en el caso que los ocupa, la búsqueda de la paz, “la Constitución impone el deber de buscar la paz, la cual eleva a la categoría de derecho. El Presidente Santos, como lo ha dicho tantas veces, tiene un deber constitucional y moral de buscar la paz, que se deriva de ese derecho. Es el Presidente el llamado a utilizar la fuerza legítima del Estado y encontrar el justo equilibrio en un marco en el que, cumpliendo su deber, busca también alcanzar la paz”.
Resaltó que la decisión que están tomando las partes de desescalar el conflicto, es que “aminora la intensidad de la guerra. Que hay menos muertos. Que cesan los ataques a la infraestructura. Que se abren caminos para terminar la guerra”. Una noticia que -según él- debe “arraigar más el deseo de poner fin a cincuenta años de violencia”.