Siria sufrió la primera deserción de un piloto de caza, que voló a Jordania y recibió asilo político, tras más de quince meses de revuelta contra el régimen sirio que han causado más de 15.000 muertos.
En la represión y los combates entre militares y rebeldes este jueves murieron 120 personas, en su mayoría civiles, según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Ante este panorama de violencia incesante, la Liga Árabe preconizó reforzar el mandato del emisario internacional en Siria, Kofi Annan, y presionar al gobierno de Bashar al Asad con el recurso al Capítulo VII de la Carta de la ONU, que abre la vía al uso de la fuerza para frenar la represión.
Según las fuerzas jordanas, el piloto desertor, un coronel, aterrizó la mañana del jueves en una base del ejército del aire, a bordo de un MiG 21 de fabricación rusa.
Para escapar a los radares,"el avión despegó a gran velocidad y baja altitud de un aeropuerto militar situado entre Deraa y Sueida, en el sur de Siria", indicó Georges Sabra, portavoz del Consejo Nacional Sirio (CNS), principal alianza opositora.
El coronel, llamado Hasan Meri al Hamadé, es oriundo de Deir Ezzor , y pertenece a una familia conocida por su lucha contra el régimen, según Sabra.
El ministerio sirio de Defensa tachó al piloto de "traidor", y reclamó la restitución del aparato.
Por su lado, Estados Unidos se congratuló de la deserción y pronosticó que no será la última persona en "hacer lo correcto" y abandonar las fuerzas armadas de Siria.
Prueba de que Rusia sigue apoyando al régimen del presidente sirio Bashar al Asad pese a las presiones internacionales, Moscú confirmó que un carguero ruso que tuvo que dar media vuelta el martes frente a las costas escocesas llevaba helicópteros destinados a las fuerzas sirias. Rusia aseguró también que el barco retomará su ruta hacia Siria./AFP