La tasa de desempleo en Estados Unidos bajó a 8,1 por ciento en abril, a 12,5 millones de desocupados, su nivel más bajo desde 2009, pese a que las nuevas contrataciones disminuyeron por tercer mes consecutivo, datos que decepcionaron a los mercados.
La economía estadounidense creó 115 mil empleos más de los que destruyó en abril, según el Departamento de Trabajo.
La cifra de nuevas contrataciones sin embargo bajó 25,4 por ciento con respecto a marzo, y es inferior a la estimación de los analistas (162 mil), que además estimaron que la tasa de desempleo permanecería estable a 8,2 por ciento.
Las cifras decepcionaron a los mercados y la Bolsa neoyorquina abrió en baja. Chris Williamson, economista jefe de Markit, describió el reporte como otra "gran decepción".
Además, este experto indicó que hay algunas señales que hacen pensar que "la tasa de desempleo podría perfectamente comenzar a subir de nuevo en los meses que vienen".
Los economistas destacan algunos detalles preocupantes del informe del Departamento de Trabajo.
La caída del desempleo se debe en buena medida a trabajadores que abandonan el mercado de trabajo.
La participación en el mercado del empleo cayó a 63,6 por ciento de la fuerza de trabajo, la tasa más baja en 30 años. Consecuentemente, el número de desempleados cayó en 200 mil a 12,5 millones.
"Los aspectos negativos claramente superan a los positivos en el reporte de hoy", dijo Jeffrey Greenberg, economista de Nomura Securities.
"El declive en la tasa de desempleo se debe en buena medida a la participación" en el mercado de trabajo, añadió.
Por su parte, el economista de UniCredit Harm Bandholz destaca que "la caída de la tasa de desempleo es bastante menos esperanzadora de lo que uno pudiera creer". Según sus cálculos, la mitad de la disminución del total de la población activa está relacionada con jubilaciones y la otra se debe a un fenómeno "cíclico" y refleja un creciente número de "activos pero frustrados" que abandonan la búsqueda de empleo.
Por otra parte, pocos economistas consideran que el reporte es tan malo como para impulsar a la Reserva Federal (FED, banco central) a adoptar medidas de estímulo adicionales.
Wall Street esperaba que la tasa de desempleo para abril se mantuviera estable en 8,2 por ciento, y que la economía creara 162.000 puestos.
En un año electoral y cuando la campaña comienza a calentar, el reporte será leído por la Casa Blanca de forma más cuidadosa que la usual.
Desde que Obama asumió en enero de 2009, la tasa de desempleo pasó de 7,8 por ciento a 10 por ciento cuando la crisis financiera se expandía, y volvió a una cota inferior, de 8,1 por ciento ahora.
Obama apelará a convencer a los electores de que sus políticas evitaron otra Gran Depresión, y que su rival republicano retomará políticas que fallaron en el pasado.
Del lado republicano, se apresuran a explotar los datos como una evidencia de lo que consideran mal manejo económico.
Mitt Romney, probable adversario de Barack Obama en las elecciones presidenciales de noviembre, calificó los datos de empleo como "horribles" y "decepcionantes".
En declaraciones a la cadena Fox el precandidato señaló que "la razón por la que bajó la tasa de desempleo es que hay más personas que abandonan la población activa que personas que consiguen empleo".
"Esto está muy lejos de lo que debería suceder en una recuperación normal", agregó.