La tasa de desempleo de Brasil bajó a 4,3% en diciembre de 2014 y cerró el año con una media de 4,8%, su mínimo histórico, pese al contexto de bajo crecimiento y alta inflación.
El Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) divulgó el jueves la cifra de desocupación, que en 2013 registró un promedio de 5,4%. En diciembre de 2013, el indicador fue igualmente de 4,3%.
La convergencia de una tasa de desocupación baja en medio de una lenta expansión económica, que ya lleva más de cuatro años, es un fenómeno que tiene explicaciones de sesgo social y económicas, sostienen economistas.
Para el académico Mauro Rochlin, de la Fundación Getulio Vargas, la paradoja está relacionada con un envejecimiento de la fuerza laboral que redujo la cantidad de jóvenes que se incorporan al mercado -en términos proporcionales-, al tiempo que aumentan las personas que se jubilan.
Pese a esta característica, los especialistas coinciden en que el indicador va a empeorar.
"De aquí a un año vamos a mirar este dato con nostalgia", dijo Rochlin, profesor de posgrados de economía, a la AFP.
"El desempleo va a aumentar porque las previsiones de crecimiento para la economía son muy pobres", añadió.
Felipe Queiroz, de la consultora Austin Rating, completa la explicación señalando que la mayoría de los jóvenes que ingresaron al mercado de trabajo después de 2002 lo hicieron en el sector de servicios, mal remunerados y con una alta rotación de mano de obra, como el telemarketing.
Brasil transita su quinto año de actividad económica limitada, y según estimaciones oficiales en 2015 crecerá en torno al 0,5%, muy lejos del 7,5% que había registrado en 2010.
"El número (de diciembre del 2014) esconde la situación real del mercado de trabajo. Mucha gente dejó de buscar empleo", señaló a la AFP el economista André Perfeito, de la consultora Gradual Investimentos de Sao Paulo.
"La economía está muy frágil y el desempleo va a subir porque la creación de puestos de trabajo es baja y dentro de poco va a ser negativa", añadió.
Al asumir su segundo mandato consecutivo en enero, la presidenta Dilma Rousseff puso en marcha una serie de medidas de ajuste para mantener las cuentas públicas controladas e intentar domar la inflación, que fue de 6,4% en 2014. Pero señaló enfáticamente que no descuidará el nivel de empleo.
El programa anunciado hasta ahora prevé la reactivación de algunos impuestos, un recorte de gastos de funcionamiento en el Ejecutivo y restricciones al seguro de desempleo y pensión por muerte.
La medición del desempleo se realiza desde 2002 por el IBGE en las seis grandes regiones metropolitanas: Recife, Salvador, Belo Horizonte, Rio de Janeiro, Sao Paulo y Porto Alegre.
En esas regiones, la media anual de la población ocupada durante 2014 fue de 23,087 millones de personas.
Para elaborar el indicador, el IBGE considera a las personas que tenían empleo y a los desempleados que buscaron activamente un trabajo durante los últimos 30 días/AFP.