El ajuste de las finanzas públicas anunciado por el Gobierno en su Marco Fiscal de Mediano Plazo 2015, ampliará el déficit del Gobierno Nacional Central, GNC, y lo llevaría hasta 3,5 % del PIB.
Así lo deja entrever el análisis del MFMP. De acuerdo con los investigadores del Bancolombia, “nuestra previsión inicial al MFMP 2015 revela que las autoridades han reconocido el ajuste de las finanzas públicas a una nueva realidad marcada por el declive permanente de la renta petrolera, que fue la fuente de ingresos de mayor dinámica en años anteriores. Como lo hemos venido advirtiendo, será el próximo año cuando el impacto negativo sea mayor, lo que llevará a que el déficit del GNC se amplíe hasta 3,5 % del PIB”.
Indican que si bien la regla fiscal permite la existencia de un nivel de déficit cíclico mayor, el deterioro del balance fiscal hará necesario que el nivel de deuda aumente.
De hecho, en su escenario base el MFMP 2015 estima que la deuda neta del GNC pasará del 38,3 % del PIB observado en 2014 a 39,9 % del PIB en 2016. En la medida en que el déficit total esté por encima del estructural, existe el riesgo de que en los años siguientes el nivel de deuda pública continúe en aumento.
La renta petrolera
Sostienen los expertos que “para que la situación de las finanzas públicas no empeore en el mediano plazo, se hace necesario que la caída de la renta petrolera se compense con mayores ingresos permanentes. De hecho, el Ministro de Hacienda anunció que se llevará al Congreso en julio un proyecto tendente a reducir la evasión tributaria proveniente de algunas entidades sin ánimo de lucro, y sugirió la necesidad de compensar los ingresos tributarios que expirarán en 2018”.
Aseguran los analistas que “la solución a estos retos es una revisión a fondo del sistema tributario, que no solo consiga aumentar de forma sustancial el recaudo total, sino que también conduzca a un esquema más simple, eficiente y que promueva el crecimiento del sector productivo”.
De un déficit observado de 2,4 % del PIB en 2014, las autoridades proyectan que el balance negativo del Gobierno Nacional Central pasará a 3 % del PIB este año y 3,5 % del PIB en 2016.
Estos niveles están dentro del estimativo que formulamos hace algunas semanas, y ponen de manifiesto el impacto de la caída en los precios del petróleo y la desaceleración en el crecimiento de la economía. Dichos factores afectarán los ingresos totales del GNC, los cuales se prevé que se reduzcan desde 16,7 % del PIB en 2014 a 16,3 % en 2015 y a 15,6 % en 2016.
Entre tanto, las necesidades de gasto este y el próximo año se mantendrían en niveles similares a los observados el año anterior (19,1 % del PIB). Esto se debe a que se estiman mayores pagos de intereses de deuda externa debido a la depreciación de la tasa de cambio, así como unos mayores pagos por transferencias (los cuales pasarían de 10,9 % del PIB en 2015 a 11,4 % del PIB en 2016) debido a obligaciones crecientes relacionadas con las pensiones, el CREE y el sistema general de participaciones.
Lo anterior hará necesario un esfuerzo en materia de austeridad en particular el próximo año, cuando se proyecta que los gastos de funcionamiento e inversión se ubiquen en 16,3 % del PIB desde 16,7 % del PIB este año.
Plan Financiero
Para 2015 el Gobierno no ha contemplado modificaciones importantes en relación con las fuentes de financiamiento frente a lo previsto a comienzos del año. En efecto, los montos de desembolsos de deuda externa se mantienen cerca de US$5.100 millones, en tanto que las subastas de TES se mantienen en $22,65 billones.
Se presenta una reducción en el rubro de “FEPC y otros”, que pasa de $1,5 billones a $359 mil millones. El hecho de que las fuentes de financiamiento no se alteren se debe en buena medida a que el GNC hará este año uso de operaciones de tesorería por $3,72 billones, valor que no estaba contemplado en la versión previa del Plan Financiero. Del lado de los usos, es importante mencionar que el valor esperado de las pérdidas del Banco de la República para este año se reduce de $511 mil millones a $124 mil millones.
Para el próximo año se contempla un incremento de los desembolsos totales de deuda, desde $43,1 billones en 2015 hasta $46,1 billones. De una parte, se espera obtener casi US$1.000 millones de dólares adicionales de fondeo externo (distribuido en partes iguales en bonos y fuentes multilaterales). En deuda interna, a pesar de que los desembolsos totales solo pasan de $30,56 billones en 2015 a $31,06 billones en 2016, el monto a colocar en subastas aumenta en $3,8 billones hasta $26,5 billones. Por lo anterior, la razón entre el monto subastado de TES y las amortizaciones se incrementará de 1,31 a 1,52 veces entre este y el próximo año.