Desconcierto en mercado por los altibajos del dólar | El Nuevo Siglo
Sábado, 2 de Julio de 2016

El comportamiento de serrucho del mercado cambiario, siguió adelante durante esta semana. Ayer la divisa perdió $4,19 y cerró en $2.914 en el sistema interbancario. Sin embargo, en los últimos seis días, el dólar presentó un comportamiento desconcertante.

 

El lunes pasado, el precio fue de $2.972 presagiando una destorcida en los próximos días. Sin embargo, al día siguiente se recuperó y volvió a superar la barrera de los $3.022, con una ligera caída al día siguiente de $17  hasta los $3.005.

 

El miércoles pasado, el dólar volvió a caer y se descolgó hasta los $2.916, el jueves se recuperó $3 para finalmente caer ayer $4 y cerrar en $2.914.

 

De acuerdo con los analistas de Latam, esta situación ha hecho que el peso se beneficie ligeramente de la fortaleza en los precios del petróleo y las reformas fiscales para finales del año, lo cual debería ayudar a mejorar los bonos y los flujos de ingreso de divisas.

 

Mercados

Por su parte, los expertos de Corpbanca señalan que en la jornada de ayer el dólar volvió a perder terreno frente a las monedas de diferentes latitudes, principalmente porque los inversionistas vuelven a los países emergentes creando una apreciación en la mayoría de las monedas.

 

En la canasta G-10, las monedas que tienen una mayor apreciación son el dólar neozelandés (0,50%) seguido del yen japonés (0,55%), mientras que la única que sigue perdiendo fuerza es la libra esterlina, con una depreciación de 0,20%.

 

Indican que en la canasta latinoamericana, la moneda local tiene un comportamiento estable a esta hora con una depreciación de 0,11%, después de recomendaciones a lo largo de la semana que incentivan a invertir en los TES locales.

 

En el balance anual sobre el peso, los expertos señalan que ha perdido 36% de su valor frente al dólar, en una escalada en la que pasó de tener una cotización cercana a los $1.990 a más de $3.000 por cada dólar.

 

Esta pérdida de valor –solo superada en el mundo por el kwacha de Malawi (África) y el rublo ruso– no solo afecta a todos los sectores económicos del país, sino que también comienza a tener efectos negativos sobre los consumidores finales.

 

Efectos

Para Guillermo Botero, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), el comercio interno ha sido el mayor afectado por la devaluación excesiva de la moneda. “Todos los productos importados, y los que se manufacturan en el país con materias primas importadas, han tenido un incremento significativo en sus costos. Este incremento quiere decir un menor volumen de ventas”, comenta.

De acuerdo con el ejecutivo, este fenómeno afecta desde los bienes más básicos, como el pan y la pasta, que requieren trigo, maíz, soya y huevos importados, hasta productos de alta gama, como vehículos, motocicletas y productos electrónicos. “Una computadora que costaba $1.800.000 hace unos meses, hoy en día ronda los $3.000.000. Eso tiene un impacto grande sobre esta industria”, dice.

 

Según Botero, el comercio está afrontando esta situación a través de dos mecanismos. El primero consiste en sacrificar sus márgenes de ganancias y mantener los precios de los productos en el mismo nivel de los meses pasados.

 

La segunda forma como las empresas luchan contra la devaluación consiste en ‘convencer’ a los proveedores en el exterior de la importancia de mantenerse en este mercado y buscar unos descuentos razonables mientras se nivela la tasa de cambios.

 

Exportadores
Por su parte, Javier Díaz, de Analdex, considera que las empresas exportadoras de bienes y servicios aún tendrán que esperar entre seis y ocho meses para ver los beneficios de la actual devaluación. “Las empresas exportadoras deben comenzar a salir, a golpear puertas, enviar cotizaciones, enviar muestras, convencer a los clientes de cambiar a sus proveedores actuales. Los efectos de la tasa de cambio los veremos el año entrante”.

 

Para este año, Colombia tenía por meta llegar a US$30.000 millones en exportaciones del sector no tradicional: US$ 21.000 millones en bienes y US$ 9.000 millones en servicios. “Es una meta alcanzable en la medida en que se haga la tarea. No basta con la tasa de cambio; hay que levantar variables que le restan competitividad, como el tema tributario, donde una empresa paga el equivalente al 75% de sus utilidades en impuestos, mientras el promedio de la región es 53% y el promedio mundial es 43%”, concluye Díaz.

 

Después de ayudar al crecimiento económico del país en los últimos diez años, el dólar se está transformando en uno de sus mayores opositores. Aunque el Gobierno podría intervenir con acciones puntuales en días específicos para disminuir la volatilidad, todos los expertos concuerdan en señalar que nadie puede detener las fuerzas del mercado.