Los esfuerzos alcanzados entre los años 1980 y 1990 por descentralizar a Colombia se han pervertido por cuenta de la corrupción, cree Jaime Castro, exconstituyente y exalcalde de Bogotá, quien fuera uno de los mayores impulsores de esta estrategia. En un foro sobre el estado actual de la descentralización en el país, Castro lanzó varias propuestas para corregir esta situación.

La elección popular de alcaldes y gobernadores, la modernización del régimen de municipios, la autonomía territorial y la definición de municipio como célula básica fueron algunos de los cambios que vivió el país entre 1986 y 1991. “Fue algo revolucionario en su momento”, según Castro.

Aunque cree que estas normas lograron alcances en sus inicios, como la mejora en la calidad de los servicios públicos, ahora la descentralización “depende de roscas y clanes familiares que abusan del poder”. Por eso han empezado a surgir propuestas para “recentralizar”, como la nueva distribución de las regalías; e incluso hay quienes proponen volver al sistema anterior, en el que los mandatarios locales eran elegidos por el Gobierno central.

El exalcalde le atribuye el deterioro de esta política al “olvido de las instituciones nacionales y el aprovechamiento de las autoridades locales para abusar del poder”. También porque, aunque estas normas tuvieron alcances políticos, administrativos y fiscales, faltó hacer “una reforma política regional”, pero “la clase política tradicional no quiere cambiar las reglas del juego, nadie se hace el harakiri político”.

Propuestas

Esa reforma que plantea Castro, abarcaría varios cambios en la manera como se hace política en las regiones. Una de las soluciones que propone es la creación de inhabilidades familiares para aspirar al Congreso: “no es válido que el hermano o hijo de un gobernador sea candidato al legislativo porque el poder gobernar un departamento o una ciudad es muy grande”.

Otra de las propuestas de una eventual reforma es que se establezca un umbral mínimo para validar las elecciones regionales, pues la abstención en los comicios de alcaldes y gobernadores es muy baja. “Que se pida el 40 o 50 por ciento de la votación para hacerla válida. Si no se logra, se repite con otros candidatos, y si vuelve a ocurrir lo mismo, que el Gobernador elija los alcaldes”.

Ampliar el periodo de los alcaldes que sean escogidos en elecciones atípicas es otro cambio planteado por el exalcalde. “Que el alcalde elegido se quede el periodo completo (4 años), no solamente lo que resta de este. Si es elegido a dedo, sí está bien que solo dure los meses restantes”. 

“Deberían existir más municipios. El problema de este país es de subadministración”, aseguró. Para eso propuso que se reduzcan los requisitos para crear un municipio y comparó la cantidad de estas entidades en Colombia (1.123 municipios), frente a los 36mil de Francia y otros países europeos con un número similar. Además, cree urgente crear un régimen del pequeño municipio, para que se diferencie de las grandes y medianas ciudades sería la base de esta reforma.

Castro hizo referencia a un planteamiento que hizo el expresidente Alfonso López Michelsen en los años 70 y que, asegura, sigue vigente: “Hay dos grandes reformas necesarias que el Congreso nunca hará porque no le conviene: la administración de justicia y el régimen territorial”.