La cárcel de Maracaibo, en el noroeste de Venezuela, fue desalojada completamente luego de la reyerta que dejó 16 presos muertos el lunes, informó este viernes la ministra de Servicios Penitenciarios, Iris Varela, en su cuenta de Twitter.
"Termina evacuación de Cárcel Nacional de Maracaibo entre la alegría, la esperanza, el apoyo y reconocimiento del pueblo zuliano!", escribió Varela, quien estuvo al mando del desalojo que inició el pasado miércoles.
En la Cárcel Nacional de Maracaibo, más conocida como "Sabaneta", 16 presos fallecieron y tres resultaron heridos el lunes durante una reyerta entre reclusos por el control del penal, en una jornada en la que, según la prensa, incluso hubo el desmembramiento de prisioneros.
Pese a que los líderes de esta cárcel se negaron a ser trasladados de acuerdo a la prensa, Varela declaró el jueves la inminente "intervención" del penal para evacuar a unos 3.700 presos del recinto -con capacidad para 750- y a los más de 200 familiares, entre ellos 56 niños, que estaban de visita cuando ocurrió la reyerta.
Los internos evacuados fueron trasladados a otras cárceles cercanas, como la de Uribana, en el estado de Lara (noroeste) y Tocorón, en el estado Aragua (centro norte), a donde fue trasladado, según reportes de prensa, el máximo líder de Sabaneta, conocido como Edwin Soto, alias "El Mocho".
Desde 2011, el gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez implementó un plan de "humanización penitenciaria" para mejorar las condiciones de vida de los presos, desarmarlos y agilizar sus procesos judiciales, todas políticas continuadas por su sucesor Nicolás Maduro.
Pero las cárceles venezolanas aún son escenario de episodios de violencia y en muchos casos están controladas por bandas de reclusos fuertemente armados.
Las prisiones sufren además problemas de insalubridad y hacinamiento. Las cárceles del país, con una infraestructura prevista para apenas 14.000 reclusos, soportan a unos 50.000, según el gobierno.
Las autoridades además trabajan para reducir el número de presos sin sentencia, un 70% de la población penal, y bajar el hacinamiento.
Según cifras del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), 591 presos fallecieron en las 34 cárceles del país en 2012 y otros 1.132 resultaron heridos.
El pasado 25 de enero, 58 presos resultaron muertos luego de un motín en la cárcel de Uribana. Tras el incidente, el recinto, igual que ocurre en Maracaibo, fue desalojado y los reclusos fueron trasladados a otros penales del país. AFP