Desaceleración amenaza al Imperio del Medio | El Nuevo Siglo
Miércoles, 16 de Mayo de 2012

Los mediocres indicadores sugieren que la segunda economía mundial sufre una desaceleración más grave de lo previsto y sus dirigentes tienen opciones limitadas para volver a la vía del fuerte crecimiento, estiman los analistas.

Muchos analistas están convencidos de que el Imperio del Medio está empezando a sufrir una de las peores desaceleraciones de estos últimos veinte años.

Otros en cambio, piensan que el peor momento se producirá en el segundo trimestre del año, pero se recuperará en la última mitad, aunque la información divulgada la semana pasada hace pensar que la desaceleración puede ser más intensa y duradera de lo previsto.

"Es bastante preocupante y peor que antes. Cada vez más parece que estamos viviendo una desaceleración muy generalizada", dice Zhu Hao, analista de ANZ Bank en Shanghai.

De hecho, esto motivó que el banco central chino anunciara el sábado una nueva reducción de las reservas obligatorias de los bancos para fomentar el crédito, que se suma a las de diciembre y febrero.

La mayoría de los especialistas se esperan nuevas medidas de flexibilización monetaria para sostener la actividad.

"Seguramente que vamos a ver nuevas reducciones del ratio de las reservas bancarias en los próximos meses y también podría ocurrir que se aumente el gasto público", precisó Zhu.

La producción industrial en la fábrica del mundo creció un 9,3% en abril con respecto al mismo mes del pasado año, aunque es el más bajo desde mayo de 2009.

Y no parece que la salvación vaya a proceder del extranjero, y desde luego, no de Europa, afectada por la crisis: las inversiones extranjeras directas en China bajaron en abril por sexto mes consecutivo, anunció el martes el ministerio de Comercio. Las inversiones procedentes de los países de la Unión Europea han caído entre enero y abril un 27,9% en un año a 1.900 millones de dólares.

"El contexto externo tiene un impacto negativo creciente en China, Japón y Corea del Sur", reconoció el pasado fin de semana el primer ministro Wen Jiabao en un encuentro con los dirigentes de estas dos potencias asiáticas.

Las previsiones de crecimiento del gobierno son del 7,5% en 2012, frente al 8% los años anteriores. La economía sigue fuertemente vinculada a las inversiones.

"Ahora se necesita una política monetaria más sólida", considera el instituto de estudios IHS Global Insight en una nota reciente.

"Creemos que el gobierno va a intensificar sus esfuerzos para estimular la economía, aunque subyace una verdadera preocupación por la posibilidad bien real de un estímulo demasiado grande".

El gobierno teme que una flexibilización demasiado rápida repercuta en la inflación, fuente potencial de desórdenes sociales.

Para muchos expertos, el margen de maniobra gubernamental es por tanto estrecho. "No es mucho lo que el gobierno puede hacer", estima Andy Xie, economista independiente basado en Shanghai.

"Incluso si reducen de nuevo el ratio de las reservas obligatorias de los bancos, ¿a quién van a prestarles dinero? Los bancos se apoyan en la propiedad como garantía, y cuando los precios de los terrenos bajan como es el caso actualmente, el monto de los préstamos también cae".

Según él, China necesita actualmente una reforma más audaz y más general de su economía, que sigue sufriendo los obstáculos de su pasado socialista.

"Lo que necesita China, son reformas estructurales. El gobierno debe mejorar la eficacia reduciendo el sector estatal. El sector público es demasiado importante y pierde ingentes cantidades de dinero", asegura.

"En este momento, gran parte del crecimiento simplemente se pierde. El gobierno debe cambiar de actitud porque de lo contrario los problemas no harán más que aumentar".