El presidente derrocado Mohamed Mursi compareció de nuevo ante un tribunal de El Cairo, que le juzga por su evasión de prisión en 2011, durante la revolución que derrocó a Hosni Mubarak.
Signo de la inestabilidad que sigue reinando en el país, un general de la policía murió este martes en un atentado en El Cairo, el último de una serie de ataques contra la policía desde el derrocamiento de Mursi, el pasado 3 de julio.
Desde su caída, el ejército ejerce de facto el poder y el lunes avaló la candidatura de Abdel Fatah al Sisi, el nuevo hombre fuerte del país, a las elecciones presidenciales previstas en los próximos meses.
La televisión mostró imágenes de Mursi, vestido con un uniforme blanco, dirigiéndose colérico al tribunal. "¿Quiénes son ustedes? ¿Saben quién soy?", dijo desafiante.
Mursi tiene otros dos juicios pendientes y en una audiencia anterior, el 4 de noviembre, aseguró que se trataba de "juicios políticos" llevados a cabo por venganza por los autores del "golpe de Estado" de julio.
El único presidente elegido democráticamente de la historia de Egipto puede ser condenado a muerte por haberse evadido de prisión, según la acusación, con la complicidad de miembros del Hamas palestino, del Hezbolá libanés y de movimientos yihadistas.
Mursi está siendo juzgado junto a otros 131 acusados de los Hermanos Musulmanes, Hamás y Hezbolá, en su mayoría ausentes del tribunal.
El 25 de enero de 2011, el día que empezó la revuelta contra Hosni Mubarak, el entonces líder egipcio hizo arrestar a los principales líderes de los Hermanos Musulmanes. Pero el 28 miles de asaltantes rompieron las paredes de la prisión con buldózers y miles de presos se escaparon. La fuga provocó la muerte de guardias y policías.
La audiencia se levantó por la tarde y seguirá el próximo 22 de febrero.
Un general de policía asesinado
Este martes fue asesinado en El Cairo por un grupo de desconocidos que iban en moto Mohamed Said, un general de policía y consejero del ministro del Interior.
Aunque los últimos atentados contra la policía han sido revindicados por Ansar Beit al Maqdes, un grupo yihadista que se inspira de Al Qaida, el el ejército los atribuye a los Hermanos Musulmanes, el movimiento de Mursi, declarado "organización terrorista".
Pocas horas después, un policía que vigilaba una iglesia del El Cairo murió cuando tres desconocidos le dispararon desde un coche en marcha.
El general Said dirigía el gabinete técnico del ministerio del Interior, en contacto directo con el ministro Mohamed Ibrahim, que el pasado 5 de septiembre escapó a otro atentado en El Cairo reivindicado por Ansar Beit al Maqdes.
Este grupo de insurgentes yihadistas, con base en la península del Sinai, tiene por objetivo las fuerzas de seguridad, en represalia por la represión del ejército de las manifestaciones favorables a Mrusi.
El viernes y el sábado pasados seis atentados contra la policía, cinco de ellos en El Cairo, dejaron seis víctimas.
El lunes el ejército avaló la candidatura de Abdel Fatah al Sisi, nombrado mariscal, a las elecciones presidenciales previstas en los próximos tres meses. Al Sisi, que derrocó a Mursi en julio, es uno de los hombres más populares del país.
Desde hace siete meses, el poder militar instaurado por Al Sisi, que ejerce de vice primer ministro y ministro de la Defensa, instauró una represión implacable contra las multitudinarias manifestaciones de partidarios de Mursi.
Según la Amnistía Internacional, cerca de 1.400 personas murieron en las manifestaciones, en su mayoría islamistas partidarios de Mursi./AFP