El colapso de un dique de residuos mineros, hace dos semanas en el suroeste de Bolivia, no contaminó el río internacional Pilcomayo, que desemboca en Argentina y Paraguay, según el ministro de Minería boliviano, César Navarro.
"Se divulgó que los residuos de las colas y relaves (mineros) habían afectado el curso internacional del río Pilcomayo, lo que no es correcto", dijo la autoridad minera este miércoles en diálogo con periodistas.
El funcionario indicó que una comisión interinstitucional se desplazó días atrás al departamento andino de Potosí, donde una represa de una firma privada minera colapsó hace dos semanas con un derrame de 2.800 toneladas de residuos, según informó en ese momento la compañía.
Una primera versión, de un fiscal local, aseguraba que residuos químicos y de concentrados de complejos de zinc, plata, plomo y estaño se derramaron hacia el Pilcomayo, río que nace en los Andes bolivianos, cruza los departamentos de Potosí y Tarija, y termina desembocando en tierras argentinas y paraguayas.
La cancillería boliviana recibió la semana pasada un reclamo de Paraguay, que pidió informes sobre el impacto ambiental del derrame de desechos mineros, según informaron medios de La Paz.
El ministro Navarro explicó que "del lugar del derrame al cauce del Pilcomayo hay una distancia de al menos 20 kilómetros, lo cual disminuye la posibilidad de que los químicos alcancen a la cuenca" internacional.
La comisión interinstitucional establecerá en los próximos días el grado de impacto ambiental y recomendará las sanciones legales para la compañía minera, pues se evidenció que operaba sin licencia.
Poblaciones indígenas y campesinas ubicadas a lo largo de decenas de afluentes en los Andes bolivianos han exigido al gobierno una solución de fondo en zonas donde la actividad minera genera una fuerte contaminación.
Organizaciones ecologistas denuncian que, debido al deficiente control estatal, las mineras contaminan los ríos de Potosí y Oruro con arsénico, plomo, cinc, cianuro, mercurio y otros agentes que se usan para procesar los recursos que se extraen en la región.