En carta abierta, el vicepresidente Angelino Garzón, realizó varias recomendaciones y críticas en esta materia.
Aquí el texto completo:
Considero que el presente y el futuro de Colombia debe tener una mirada de derechos humanos. Estamos en el tiempo donde las personas tienen derecho a una vida digna y a su realización personal de forma integral, estamos en los tiempos de los derechos humanos, por lo que:
1- Sería interesante que en el análisis de las víctimas de la violencia en Colombia, las responsabilidades que causaron semejante tragedia humana, en nuestro país con 6 millones de víctimas hasta hoy, se tomara como referencia la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, la cual se aprobó el 26 de junio de 1945 y entró en vigencia en nuestro país el día 24 de octubre del mismo año. Porque Colombia, a diferencia de algunos países europeos, de Estados Unidos y Canadá entre otros, entró por la vía de la violencia y de la antidemocracia, y no por el espíritu pacífico y progresista de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Es una pregunta que deberíamos hacernos actualmente. Por ejemplo, cuánta sangre, cuántas vidas y cuánto atraso social, económico y político nos hubiéramos ahorrado si quienes tenían más poder en ese momento hubieran actuado de acuerdo con los mandatos de las Naciones Unidas, de la cual Colombia, desde su fundación en 1945 ha sido integrante.
2- En esa perspectiva considero que el mejor camino para resolver el paro agrario, y otras protestas, es el del Diálogo Social, cumpliendo con los acuerdos firmados, presentando propuestas de soluciones y la no macartización de la protesta social.
En una política de derechos humanos no podemos negar que en el campo colombiano existe mucha inequidad y desigualdad social y que los campesinos, los indígenas y los afrodescendientes, han sido víctimas de la violencia de los grupos armados ilegales. El deber del Estado es el de trabajar para que las personas que habitan en el campo puedan vivir mejor, dignamente y en paz.
3- Es preocupante que hasta el momento ninguno de los candidatos o candidatas, a la Presidencia y a la Vicepresidencia de la República, hace referencia a los derechos humanos como una prioridad para el presente y el futuro de Colombia.
4- No comparto la idea de limitar el derecho a la tutela, derecho tan útil para la población colombiana, porque permite dotar a las personas de un procedimiento de defensa inmediata de sus derechos como la salud, la educación y al buen nombre.
Este derecho se incorporó a la Constitución Política Nacional en la Asamblea Nacional Constituyente fundamentalmente porque algunos altos servidores públicos y sectores de la sociedad se comportaban con sesgos ideológicos o como verdaderos témpanos de hielo frente a los derechos sociales, económicos y políticos de la población.
Fraternalmente,
Angelino Garzón
Vicepresidente de la República