Ganar, como siempre, pero también agradar: después de ocho ‘Scudettos’ consecutivos en Italia, la Juventus perseguirá a partir de mañana un nuevo reto deportivo y estético a las órdenes de Maurizio Sarri y ante rivales bien reforzados, con el Inter de Milán y el Nápoles al frente.
Nombrado en sustitución de Massimiliano Allegri, que se fue con un extraordinario balance de cinco títulos de la Serie A y cuatro Copas de Italia en cinco años, Sarri, que podría no estar en el banco en Parma para el partido inaugural por una pulmonía, sabe para qué fue elegido.
Debe ganar, lo que siempre fue el mínimo esencial en la Juventus, y mostrar un fútbol un poco más agradable a la vista que el del pragmático Allegri.
Pero su año londinense, coronado con la Europa League con el Chelsea, no ha hecho olvidar sus tres cursos en Nápoles, donde a menudo clamaba contra las supuestas ventajas de las que gozaba la Juve.
Así pues, no cuenta de inicio con el beneplácito de un sector de los tifosi ‘bianconeri’, que no le perdonarán nada que se aleje de una nueva cosecha de títulos.
En el plano europeo, la Champions sigue siendo un objetivo para la ‘Vecchia Signora’, cuya plantilla fue reforzada con Rabiot, Ramsey y el ansiado De Ligt.
El Inter se activa
Justo detrás, los cuchillos están afilados en caso del menor tropiezo turinés. Y Sarri ya avisó que haría falta tiempo para que los suyos aprendieran a defender más arriba.
El principal candidato a ocupar el trono de la Juve es el Inter de Milán, apoyado en el considerable poderío económico de sus propietarios chinos, que confiaron el equipo a Antonio Conte, el hombre de los tres primeros ‘Scudettos’ de los ocho consecutivos que lleva la Juve.
Al igual que Sarri, Conte procede del Chelsea, un club en el que ambos lograron títulos pero sin ganarse el amor de la afición. Con Carlo Ancelotti en el Nápoles desde hace un año, la Serie A recupera a un trío de técnicos de primer nivel.
Para poner fin a la hegemonía turinesa, Conte logró el fichaje de Lukaku, el potente delantero belga, llegado del Mánchester United por más de 60 millones de euros.
El Inter fichó también al uruguayo Diego Godín (Atlético Madrid) y a los jóvenes y prometedores italianos Sensi (Sassuolo) y Barella (Cagliari), y aún confía en la llegada del chileno Alexis Sánchez.
Pero también se fueron algunos puntales como Nainggolan o Perisic y el conflicto entre el club y el argentino Mauro Icardi aún no está cicatrizado y podría estallar en cualquier momento.
El reto de Balotelli
“En teoría la Juve es la más fuerte. No hay que olvidar que gana desde hace ocho años y aún se ha reforzado”, estimó el lunes en la Gazzetta dello Sport el seleccionador italiano Roberto Mancini.
“Y el Nápoles me parece peligroso. Tienen los mismos jugadores, acostumbrados a jugar juntos. Mientras que el Inter cambió cuatro o cinco titulares y perdió elementos importantes (...) De momento digo Juve, Nápoles, Inter”, añadió el antiguo técnico... del Inter.
El Nápoles, en efecto, se ha consolidado con Manolas en defensa y el mexicano Lozano.
Por detrás de los tres grandes, la pelea por la cuarta plaza, que da acceso directo a la Champions, será terrible, no menos de seis candidatos: el Atalanta, el AC Milán, los dos clubes de la capital, Lazio y Roma, el Torino e incluso la Fiorentina, que se hizo el miércoles con los servicios del francés Franck Ribéry.
‘A priori’ serán más modestos los objetivos del Brescia de Mario Balotelli, quien podría vivir un calvario si se reproducen en su contra los insultos racistas que ya sufrió en el pasado.
Descubriendo al Parma
Por cuarta temporada consecutiva, el técnico del Parma es Roberto D’Aversa, un entrenador que ha obtenido grandes resultados, logrando dos ascensos consecutivos - de Serie C a Serie A - y la permanencia lograda la pasada temporada (14° puesto con 41 puntos).
La plantilla no ha cambiado nada con respecto a la última temporada. En mediocampo han llegado del Zenit San Petersburgo el brasileño Hernani (dorsal 10) y del Pescara el uruguayo Gaston Brugman. En ataque, la cara nueva es el francés Yann Karamoh, cedido por el Inter e ideal para el 4-3-3 de D’Aversa, y el delantero centro danés Andreas Cornelius, cedido por el Atalanta igual que el centrocampista sueco Dejan Kulusevski.
En defensa, los fichajes han sido el albanés Kastriot Dermaku (ex Cosenza) y el francés Vincent Laurini (Fiorentina).
Pero el Parma cuenta sobre todo con jugadores de gran experiencia, claves en la salvación de la pasada temporada. Por ejemplo, el central portugués de 37 años Bruno Alves, capitán de los gialloblù. Los goleadores del equipo son Gervinho y Roberto Inglese, una pareja de 20 goles en la temporada 2018/2019, 11 para el marfileño y 9 para el ex del Napoli.
Un botín que hubiera podido ser mayor de no ser por las lesiones de ambos. En el centro del campo, el nombre principal es el eslovaco Juraj Kucka, que llegó en enero del Trabzonspor y marcó 4 goles claves en la segunda vuelta.
El pasado sábado, Bruno Alves y compañía disputaron el primer partido oficial del curso en la tercera ronda de Coppa Italia y superaron en casa al Venezia por 3-1 (Iacoponi y dos de Gervinho).
En los encuentros de preparación, tras tres partidos contra equipos aficionados, empataron 2-2 contra el Trabzonspor (doblete de Gervinho), perdieron 2-0 con el Burnley y ganaron 2-1 a la Sampdoria (Inglese y Sprocati).