Tras eliminar a Argentina, Tite sumó 32 victorias. Los resultados muestran que sus estrategias resultan, aunque eso no le haya valido títulos.
Brasil salió de la penumbra con la lámpara de Tite. Perú dejó el purgatorio con las letanías de Gareca. Responsables por el renacer y auge de sus equipos, ambos entrenadores pondrán a prueba sus poderes este domingo en el Maracaná, en la batalla final por la Copa América.
Aunque hoy sus anticuerpos con la hinchada son altos y se ha ganado abucheos en algunos partidos, Tite es el gestor de la mejor versión de Brasil de la última década.
El hombre de 59 años, natural de Rio Grande do Sul, a quienes sus dirigidos llaman el comandante, llegó al cargo en 2016 después de haber llevado al Corinthians a ser campeón de la Copa Libertadores 2012 y campeón del Mundial de Clubes.
Y asumió a un Brasil que en 2014 había sido maltratado 7-1 en su propio Mundial por Alemania, y eliminado de la fase de grupos de la Copa América Centenario nada menos que con un gol de mano en un juego contra Perú.
Rediseñó el equipo e hizo un trabajo de recuperación de la identidad del juego brasileño, ya que a la mayoría de sus jugadores se le había mimetizado el alma con el frío europeo, allá donde se fueron a jugar muy jóvenes sin terminar de formar su ADN futbolístico en Brasil.
De su mano, Brasil fue el primer país en clasificar a Rusia 2018 cuando todavía no se terminaban las eliminatorias y, aunque cayó en cuartos de final por 2-1 ante Bélgica, le renovaron la confianza.
- ¿Debe irse? -
Tras eliminar a Argentina, Tite sumó 41 juegos con Brasil: 32 victorias, 7 empates y dos derrotas. Los resultados muestran que sus estrategias resultan, aunque eso no le haya valido títulos.
"Tite va a ganar la Copa América, va a irse invicto de la copa sin goles y con un nuevo equipo sin Neymar. Pero no va a ganar la sexta Copa del Mundo, debería irse", escribió el columnista deportivo brasileño Menon.
Para él, Tite tuvo malas decisiones en Rusia-2018 al llevar a jugadores que no aportaban, no ha sabido controlar el dominio de Neymar en los vestuarios y no abre la selección a jugadores de calidad que no se adaptan a su modelo.
También cree que le será difícil realizar el recambio en jugadores que ya estarán cerca de los 40 cuando llegue Catar-2022.
"No me gustaría Brasil sin Tite. Tiene mi voto de confianza. Estadísticamente hay buenos resultados. Tiene el cariño del grupo, la confianza del grupo y es un entrenador para tenerlo en la próxima Copa del Mundo", ha dicho el lateral Marquinhos.
La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) espera que se quede, sea cual fuere el resultado.
- Gareca por siempre -
Cuando era jugador de Argentina, el gol de Ricardo Garecaen 1985 puso el 2-2 contra Perú en las eliminatorias mundialistas. Los incas se fueron a un repechaje que perdieron y durante años nunca estuvieron tan cerca de ir a una Copa del Mundo.
El 'Tigre' sería luego el encargado de armar un equipo con jugadores que aún no habían ancido cuando Perú fue por última vez a un Mundial, en 1982.
Aunque fue un comienzo accidentado y lleno de críticas, el trabajo táctico y psicológico hizo que los jugadores peruanos creyeran de nuevo en su talento.
El melenudo devolvió al Perú el toque rápido de balón al ras del piso, le dio organización, orden y ganas de gol.
Así consiguió llevar a Perú como último clasificado al Mundial de Rusia-2018, tras un repechaje con Nueva Zelanda. Era el retorno del los incas a una Copa del Mundo. Aunque los eliminaron en fase de grupos, seguían siendo héroes.
Pese a estar sometido a mucha crítica, el DT de 61 años y melena de rockero responde con resultados. Su equipo fue goleado 5-0 ante Brasil en fase de grupos en esta Copa América y la prensa lo destrozó.
Pero Gareca recuperó rápidamente a Perú, eliminó por penales a Uruguay en cuartos y venció a Chile 3-0 en las semifinales.
Ahora están de vuelta el domingo en una final de Copa América después de 44 años, donde enfrentarán al favorito Brasil, que jamás ha perdido este torneo como anfitrión.
La Federación Peruana de Fútbol (FPF) también le ha reiterado la confianza para que siga al frente de Perú en las eliminatorias a Catar, en medio de rumores de una posible oferta para dirigir a su natal Argentina.
Una imagen de Gareca es recurrente. Cada vez que Perú hacía un gol y los jugadores entraban en emoción, este los llamaba, se llevaba los dedos índices a las sienes y les reclama calma: "Pensá", les decía.