La llama olímpica para los Juegos de Tokio fue encendida ayer en Olimpia, en ausencia de espectadores debido al coronavirus en Grecia, que tuvo ayer su primer fallecido.
En el lugar de los primeros Juegos de la antigüedad, la actriz Xanthi Georgiou, vestida como una antigua sacerdotisa griega, encendió la llama en la manera tradicional, con los rayos de un sol radiante, que pasaron a través de un espejo parabólico, y será ahora encaminada hasta Japón, para la ceremonia de apertura de Tokio-2020, el 24 de julio.
“Este día marca el inicio del viaje de la llama olímpica hacia Japón”, declaró el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach. “Cuando la llama regrese a Tokio tras 56 años (la capital japonesa organizó los Juegos de 1964), esperamos que alumbrará el camino a través de todo el país”, añadió ante el centenar de invitados.
Por primera vez desde 1984, la ceremonia se desarrolló sin espectadores, bajo un cielo sin nubes, con el canto de los pájaros de fondo, en el estadio antiguo, recubierto de flores primaverales.
En 1984, la llama había sido encendida sin ceremonia ni espectadores, ya que los organizadores griegos querían protestar contra la comercialización de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles.
Cien invitados
Esta vez, el COI y el Comité Olímpico Griego tomaron medidas drásticas debido al coronavirus, que contaminó a 98 personas en Grecia y causó la muerte a una persona este jueves en un hospital de Patrás, a unos 120 km de Olimpia.
“Para esta ceremonia, lamentamos haber tenido que reducir la participación para proteger la salud pública”, declaró el presidente del Comité Olímpico de Grecia, Spyros Capralos.
“Estoy seguro que nuestros amigos japoneses harán de nuevo unos excelentes Juegos, uniendo tradición, tecnología y respeto del medioambiente”, añadió Capralos.
“Esperemos que las plegarias a Apolo (Dios griego del Sol), procuren la fuerza para superar los desafíos mundiales actuales y puedan transformarse en pasión y éxito para los Juegos”, concluyó.
El presidente de la República Griega, Prokopios Pavlopoulos, estaba presente para la última ceremonia de su mandato, ya que Ekaterini Sakellaropoulou presta juramento el viernes para sucederlo.
Vestidas con ropas claras y con pliegues como las antiguas sacerdotisas, actrices realizaron una coreografía orquestada por Artemis Ignatiou, a través del estadio antiguo, antes de que la llama fuera encendida y después llevada a través de la cuna del Olimpismo, donde la primera relevista, con el fuego y un ramo de olivo, inició la marcha de una antorcha que simboliza la flor del cerezo.
Por primera vez en la historia, una mujer era la encargada del relevo inaugural de la llama, la griega Anna Korakaki, campeona olímpica, europea y mundial de tiro.
Primera mujer
La deportista griega de 23 años corrió en el estadio antiguo antes de pasar la antorcha a Mizuki Noguchi, campeona olímpica japonesa de maratón en los Juegos de Atenas en 2004.
La antorcha olímpica atravesará 31 ciudades y 15 sitios arqueológicos en Grecia, cubriendo 3.200 kilómetros, terminando su recorrido heleno en el estadio panatenaico de Atenas, el 19 de marzo, donde se entregará a la delegación de Tokio-2020 antes de volar hacia Japón.
“La antorcha será alimentada por hidrógeno producido por energía solar en la ciudad de Namie, en la prefectura de Fukushima, entre los sectores más afectados por el temblor de tierra y el tsunami de 2011”, declaró el presidente interino del comité organizador de Tokio-2020, Endo Toshiaki.
“Los Juegos de Tokio 2020 son los primeros que contribuyen a la realización de objetivos de desarrollo durable de la ONU”, añadió.
Dudas son lanzadas regularmente desde hace varias semanas sobre mantener los Juegos debido a la epidemia del nuevo coronavirus. La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, juzgó este jueves una anulación como “impensable” y los organizadores nipones repiten que se celebrarán como está previsto.