Se fue el ídolo… nace la leyenda | El Nuevo Siglo
/AFP
Viernes, 4 de Diciembre de 2020
Redacción Deportes

En un año marcado por la anormalidad a causa del coronavirus, que afectó por completo al deporte, se marchó el ‘D10S’ del fútbol, Diego Armando Maradona el pasado 25 de noviembre.

Su deceso no tuvo nada que ver con la pandemia del covid-19, sino con un paro cardíaco cuando se recuperaba de una operación en la cabeza, en su vivienda en Tigre.

Su partida fue llorada por todo el mundo y especialmente por los seguidores del Nápoles, cuyo estadio lleva oficialmente su nombre desde el pasado viernes, y por los argentinos, quienes le dieron el último adiós a 300 metros del cementerio Jardín de Bella Vista, luego de ser velado en la Casa Rosada.

Lejos de los excesos en su vida personal, queda el recuerdo de esa zurda mágica del ‘Pibe de Oro’, quien le dio a Argentina el título mundial con dos goles inolvidables frente a Inglaterra, uno por su picardía al anotarlo con la mano y el otro al dejar en el camino a cuanto rival se le atravesó, haciendo gala de su habilidad, potencia e inteligencia.

Para el fútbol marcó una época y en cada una de sus actuaciones, sin importar el estadio que fuera, demostró el por qué se le consideraba uno de los mejores jugadores del mundo, pedestal que solo le disputa el ‘O Rei’ Pelé.

“Algún día podremos jugar juntos al fútbol en el cielo”, dijo la también leyenda Pelé, tricampeón del mundo brasileño, de 80 años.

“Un día muy triste para todos los argentinos y para el fútbol. Nos deja pero no se va porque el Diego es eterno”, escribió Lionel Messi, del Barcelona FC, en su cuenta oficial de Instagram.

El deceso llevó al presidente argentino Alberto Fernández a declarar tres días de duelo nacional y a que la velación fuera en la Casa Rosada.

Como jugador fue artista y mago de la pelota. Alcanzó la cima de su carrera como el capitán de la selección argentina que ganó la Copa del Mundo en México-1986. Fue en ese mundial donde anotó sus dos goles más célebres, en cuartos de final ante Inglaterra. El primero con la mano, la famosa ‘mano de Dios’, y el segundo considerado el mejor en la historia de las citas máximas.

Pocas veces en la historia un personaje del deporte alcanzó semejante dimensión internacional. Era recibido con adoración a cuanto país llegaba y le reconocían su personalidad rebelde.

En vida, Maradona fue un ídolo que movió multitudes, desde que llevó a Argentina a ganar el Mundial Sub-19 en Japón hasta el subtítulo en Italia 90, pasando por México 86.

En el Barcelona no mostró toda su clase pero sí en el Nápoles, al que llevó a ganar el ‘Scudetto’, la Champions League y lo puso al nivel de la Juventus, el Milán, el Inter o la Roma.

Maradona fue un fuera de serie. Sí y hoy su liderazgo, inteligencia, habilidad, potencia y picardía lo hacen, junto a sus logros, una leyenda. Quienes lo vieron jugar, no olvidan su magia y quienes observan las repeticiones de los partidos, añoran un jugador de su talante.