Pasión, esfuerzo, dedicación y fortaleza. Estas son algunas de las características que resaltan en Sara Vargas, deportista que dejó atrás una serie de problemas físicos que en lugar de transformarse en un dolor diario son su motor para salir adelante y dejar en alto el nombre de Colombia.
La bogotana, de 12 años, terminó siendo la deportista más joven de los Panamericanos que se disputaron este semestre en Lima, Perú. Además de ese récord, Vargas fue la mejor atleta paralímpica de la competencia con varias medallas en su palmarés. Esta joven cuenta con cuatro medallas de oro y una de plata, razón por la cual es una referente para aquellos que sueñan con llegar al profesionalismo deportivo pero no se animan a dar el paso.
El proceso para llegar a la gloria de Sara no fue fácil. Tuvo que enfrentar la enfermedad de Acondroplastia, que es un trastorno genético que afecta el crecimiento óseo y causa el tipo más común de enanismo, pues el 70% de los casos son por esta enfermedad. Con el paso del tiempo, las metas cambian gracias al entrenamiento y los logros que conlleva. Ahora, tras un año de ensueño, Vargas tiene su mirada en Tokio 2020 y París 2024 y estar entre las cinco mejores deportistas del mundo.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo fue recibir la noticia de que ahora es la mejor atleta paralímpica de Lima 2019?
SARA VARGAS: Este premio lo recibí con mucho cariño y alegría, no es un logro solo para mí sino para toda Colombia. Es un orgullo porque era algo que quería cumplir y sobre todo lo logré gracias a los colombianos que estuvieron todo el tiempo votando.
ENS: ¿Cómo nació su gusto por la natación?
SV: Comenzó desde muy pequeña porque mi hermana es exnadadora de alto rendimiento y me llevaba a los entrenamientos, desde ahí me empezó a gustar este deporte. Ver a deportistas como Nelson Crispín y Carlos Daniel Serrano que también fueron campeones mundiales con mi misma condición física me motivó a salir adelante.
ENS: ¿Desde qué edad empezó a practicar este deporte?
SV: Desde los cinco años empecé a tener contacto con la piscina. Mi hermana era mi entrenadora en ese momento, me comenzó a enseñar todas las prácticas y luego llegaron los profesores Alex y Cristian, con quienes entrenaba. Pero en ese momento mi familia decidió venir a Bogotá porque yo entrenaba en Mesitas, Cundinamarca, donde me crie. Llegamos a la capital a buscar mejores oportunidades y poder ser así una deportista de alto rendimiento.
ENS: ¿Cómo ha sido ese trabajo con el entrenador?
SV: Mi relación con Stiven es excelente, considero que es uno de los mejores entrenadores de Colombia y hace un trabajo maravilloso corrigiéndome las cosas necesarias.
Le doy las gracias al profesor Stiven por darme ese espacio en el Complejo porque sinceramente casi nadie tiene la oportunidad de estar ahí y yo lo estuve buscando hace mucho tiempo. Es lo mejor que me ha pasado en la vida.
ENS: ¿Cómo son sus entrenamientos y prácticas?
SV: En este momento entreno de martes a sábado. Martes y jueves doble jornada, miércoles, viernes y sábado una jornada. Algunas veces entrenamos los lunes cuando estamos cerca de competencias importantes porque necesitamos más fuerza para competir.
Por lo general un nadador no puede estar más de tres días fuera de la piscina porque se pierde todo lo que se entrena una semana antes y se pierde la fuerza. A partir del otro año empezamos un trabajo muy duro con la mirada puesta en Tokio 2020.
ENS: ¿Tokio 2020 es su mayor meta en este momento?
SV: Esta es una meta muy grande que tenemos con mi entrenador pero mi objetivo es París 2024. Allá estaremos rompiéndola pero seguiremos entrenando duro porque sabemos que no será nada fácil, pero no es imposible así que tenemos que entrenar y prepararnos.
Tokio es una gran oportunidad para comenzar un proceso paralímpico, la idea es llegar allá pero hay que prepararse bien. Mi objetivo será quedar entre las cinco mejores del mundo, se aspira a medallas, una de bronce no caería nada mal.
ENS: ¿Qué fue lo más difícil en Lima?
SV: La competencia no fue nada fácil, hay rivales muy fuertes como los representantes de México y Brasil. Pero pienso que no hubo cosas de mayor dificultad porque siempre tuve la mentalidad ganadora.
ENS: Lima 2019 no fue su primera experiencia, ¿cómo fue estar en una competencia de alto nivel?
SV: Yo antes entrenaba e iba a campeonatos departamentales, pero la primera competencia donde me revelé fue en Indianápolis, Estados Unidos, un Open que hicieron en ese país. Allá hice mis marcas para poder participar en Lima 2019. Ese fue mi primer campeonato a nivel internacional con la Liga de Bogotá, representando a Colombia.
ENS: ¿Cómo ha sido el apoyo de su familia para conseguir estos logros?
SV: Mi mamá es la que ha estado pendiente y mi papá. Pero primero gracias a Dios porque él ha permitido que yo salga adelante. También ha sido muy importante el apoyo de mi entrenador que creyó tanto en mí. Siempre de la mano de ellos.
ENS: ¿Qué les diría a niños que tienen su misma condición física y que quieren salir adelante en el deporte?
SV: Que sigan adelante, haciendo lo que les gusta pero con pasión y disciplina. No se dejen robar la esperanza ni quitar nada porque siempre toca pensar y soñar en grande.
ENS: ¿Cómo fue la experiencia en Lima?
SV: Fue una única experiencia porque fueron mis primeros Panamericanos. Fui la deportista más joven de Lima 2019, seguida por uno del Salvador que tiene 13 años con un talento muy especial. Conocer deportistas de otras partes del mundo, interactuar con ellos e intercambiar culturas fue otra experiencia que nunca se me va a olvidar.
ENS: ¿Qué sueños tiene para los próximos 10 años?
SV: No quiero tener hijos en ese entonces, pero quiero ser mejor persona y una referente a nivel Colombia, ya tendré que haber logrado muchas cosas, haber viajado mucho y hacer las cosas bien y sobre todo estar feliz con ello.