Así es el fútbol, diría cualquier desprevenido al analizar la situación que vive actualmente Millonarios frente a la que vivió en el torneo anterior. Y, sí. En la Liga Águila I los dirigidos por Jorge Luis Pinto clasificaron con mucha antelación y hoy están dependiendo de sus resultados y los de otros clubes.
Con 27 unidades y cuatro derrotas en línea, los azules ven cómo la posibilidad de clasificar a la liguilla pareciera esfumarse. Ya su tradicional rival de patio, Santa Fe que ayer derrotó 2-0 al Unión Magdalena, lo sacó del grupo de los ocho y el miércoles tendrán que jugar una verdadera final en El Campín.
Los 30 puntos no parecen ser suficientes para entrar a los playoff y en contienda quedan seis unidades, tres de ellas las disputará contra los ‘Cardenales’, que en los últimos dos años lo tiene de “hijo” y en el cierre nada menos que contra un Rionegro que necesita sumar por aquello del descenso y más después de la caída 1-4 ante el Cali ayer.
La situación en la que hoy se encuentran los celestes es producto de sus pobres resultados en los últimos cinco juegos: un punto de 15 posibles y las dudas van en aumento.
El técnico Pinto no parece tener las respuestas para lo que está ocurriendo. Y, tampoco se le puede achacar toda la culpa. Frente a Junior en Barranquilla planteó un partido, en los primeros 45 minutos, que se podría calificar de perfecto porque le quitó el balón al rival y se acercó a predios del portero Sebastián Viera.
Pero en la segunda mitad los celestes volvieron a cometer errores, no encontraron el útil, cometieron errores defensivos y uno de ellos les costó el gol de Daniel Moreno.
La historia ha sido la misma en los cuatro juegos perdidos de manera consecutiva: errores que valen tres puntos y no hay que ocultarlo, ello se debe a que Millonarios no cuenta con una defensa de categoría. ¿Cómo es posible que a un zaguero como Luis Pallares se le ‘pinche’ el balón?
Cualquiera dirá que eso le puede pasar a cualquier futbolista, ¿pero a un zaguero de un club de la categoría de Millonarios?
Unido a la falta de jerarquía de la pareja de centrales azules está que la primera línea de volantes perdió la solidez que mostró en el semestre anterior cuando Jhon Duque y Felipe Jaramillo eran un muro casi que infranqueable.
La situación está complicada y al máximo. Ahora a un equipo que no venía jugando bien, que tuvo 45 minutos muy bien trabajados pero aflojó, le queda ganarle o empatarle a Santa Fe el miércoles e ir a Rionegro a derrotar a un equipo que está herido.
Los azules pueden clasificar, pero no será fácil. Necesitan cuatro de seis puntos en contienda, como mínimo y como está jugando, no parece ser una tarea sencilla. Pinto tendrá que ingeniárselas para que el equipo levante y juegue los 90 minutos a un mismo ritmo.
Envigado y Equidad, que empataron 0-0 ya no tienen chance; Bucaramanga, que goleó a Jaguares tampoco pero le ayuda para alejarse del descenso; Patriotas venció 1-0 a Pasto, aunque tampoco le sirvió para clasificar; lo mismo la pasó a Once Caldas que igualó 1-1 con Huila, mientras que América sí se aseguró con su triunfo 2-1 sobre una Nacional ya clasificado. Otro que entró al baile fue Tolima con su 2-1 ante Cúcuta.
El torneo está apretado en cuanto a la clasificación a la liguilla, con un Millonarios que hoy está por fuera y un Santa Fe por el que nadie daba un céntimo ya adentro y posicionado en el sexto lugar, lo mismo que el Medellín, mientras que en lo relacionado con el descenso, Unión Magdalena y Huila parecen no tener salvación.
Quedan dos fechas por disputarse y para algunos serán a muerte. ¿Quién iba a pensar que a estas alturas Millonarios estaría en la cuerda floja?