Ser árbitro es quizás uno de los trabajos más ingratos que existen en el deporte. Más allá de realizar un buen partido, siempre se dará un comentario en contra de la función del juez central, sea por parte de la prensa, de la afición, del equipo vencedor, siempre entra en algún momento de la conversación.
Rafael Sanabria vivió en carne propia la presión de un estadio con las gradas llenas. A su vez, también contó con una labor especial en finales o encuentros decisivos para el fútbol profesional colombiano, en los que con su experiencia intentó llevar un juego tranquilo, lo cual se da en pocas ocasiones en el fútbol.
Ahora, el exjuez central es uno de los encargados de analizar el deporte desde los micrófonos de Fox Sports Radio. En su nuevo rol de comunicador, Sanabria siente que cambió su perspectiva sobre el trabajo de los árbitros que tienen que aprender a manejar todo tipo de situaciones en la cultura latinoamericana en donde en muchos casos importa ganar sin importar los métodos que se utilicen para ello.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo es su nueva rutina?
RAFAEL SANABRIA: Desde hace mucho rato mi vida es ver y analizar partidos. Antes trabajaba en radio y en televisión como analista arbitral. Ya son casi 20 años en los medios. Mi rutina y mi forma de pensar cambiaron mucho desde los micrófonos. Uno como árbitro no mide las consecuencias, no sabe la importancia ni lo que tiene en manos. El árbitro tiene un rol importante. El árbitro no tiene que ser ni protagonista ni tampoco se puede desconocer. Si no hay árbitros no hay un partido serio, la fricción del fútbol lo requiere. Se necesita valor, muchas veces ni el mismo árbitro se lo da. En Colombia los árbitros no están preparados para entender la responsabilidad que tienen, con tanta hinchada y presión. Sí cambió la perspectiva a lo que hago ahora como periodista, es un análisis basado en la experiencia.
ENS: ¿Qué es lo más estresante de ser árbitro?
RS: Pienso que estresante lo que yo vivía era que a veces uno hace buenos partidos y la prensa era muy localista y era duro. Los veedores, la misma terna arbitral lo calificaba a uno bien y siempre faltaba algo. Después de un tiempo uno entiende que debe actuar a conciencia y que si se equivocó es normal pues no todos los días son iguales, no todos los escenarios son iguales. Había plazas donde no uno por más que intenta no da con su mejor versión. Por ejemplo, no sé si es algo psicológico o qué, pero nunca me sentí bien en Armenia, fue una plaza donde intenté hacer buenos partidos pero siempre me pasó alguna cosa. Donde mejor me sentí a nivel profesional fue en Barranquilla y Medellín.
ENS: Usted hablaba del protagonismo que se toman algunos jueces, ¿considera al VAR como el protagonista arbitral del siglo XXI?
RS: Sí, digamos que para bien y para mal. El VAR llegó para quedarse, nunca he estado en contra de la tecnología, estoy en contra de la manipulación de la tecnología que va en contra de un buen espectáculo. Una jugada de VAR toma cinco minutos y le quita ritmo, pasión. Ver a los asistentes no levantar el banderín cuando el jugador está dos metros adelantado solo por la norma de hacer terminar la jugada me parece chimbo. La tecnología está en todo lado, es muy importante si ayuda a que no se cometan injusticias.
ENS: ¿La cultura colombiana complica la labor del juez?
RS: No tanto la colombiana, la cultura latina, uno como árbitro vive y siente cuando está con equipos del mismo continente. Donde siempre es lo mismo con los jugadores y con los espectadores. Cuando se tiene la oportunidad de dirigir en USA o en Canadá es diferente, nosotros queremos ser vivos y ganarle al otro como sea. Por eso es que el árbitro suramericano tiene éxito en torneos que dirige en el viejo continente, porque convive a diario con personas que quieren hacerle apología a la trampa.
ENS. ¿Se arrepiente de alguna decisión que tomó como árbitro?
RS: Ya después de algún tiempo no, son situaciones que le ocurren a uno como árbitro. Hay jueces que no pueden ni dormir durante varios días por alguna jugada, situación o un mal partido. A mí me duraba el tema como dos o tres días, que me arrepienta de algo raro, realmente no.
ENS: ¿Ve con buenos ojos la llegada del VAR a Colombia?
RS: Tiene que llegar si decimos que es una liga importante, ya lo tiene México, USA y Brasil, Argentina lo obtendrá pronto y pues Colombia es una liga importante, razón por la cual tiene que llegar. La misma prensa enfatiza en acciones como que si esta jugada hubiera sido dirigida por el VAR qué pasaría.
ENS. ¿Qué enseñanza le dejó el fútbol más allá de lo deportivo?
RS: Muchas, lo primero es que en el fútbol… es que a uno como árbitro lo critican por bien no por mal. Si gana el local los hinchas visitantes lo madrean, si gana el visitante es lo mismo. El arbitraje lo ayuda a uno a fortalecer su carácter y personalidad, da muchas entradas para conocer y viajar. El fútbol da muchas cosas que a veces uno no las ve. No es solo lo que está dentro de las canchas, los contactos fuera.