El esloveno Primoz Roglic (Jumbo-Visma) se proclamó campeón de la 74ª edición de la Vuelta a España tras la 21ª y última etapa, disputada entre Fuenlabrada y Madrid, que ganó al sprint holandés Fabio Jakobsen (Deceunink-Quick Step).

Roglic, uno de los principales favoritos para ganar la ronda española, ha cumplido las expectativas para lograr a sus 29 años su primera gran vuelta, la primera también para un ciclista de su país.

El esloveno estuvo acompañado en el podio por el veterano español Alejandro Valverde (Movistar), ganador de la Vuelta en 2009, y por su joven compatriota Tadej Pogacar (UAE), que arrebató el tercer puesto al colombiano Nairo Quintana el sábado en la penúltima etapa.

"Siempre hemos trabajado para hacerlo mejor, hemos perdido el podio, es verdad que no es nada agradable y menos el último día, pero hemos dado todo lo que podíamos", dijo Quintana, vencedor de la Vuelta en 2016, en la salida de este domingo.

"Lo seguiremos intentando", se resignó el ciclista colombiano, que abandona el Movistar para correr la próxima temporada en el Arkea Samsic.

Frente a la decepción de Quintana se erige la revelación de Pogacar, un joven de 20 años, que se subió al podio tras ganar tres etapas en la ronda española.

Roglic se había enfundado el maillot rojo de líder en la contrarreloj de la 10ª etapa y no ha vuelto quitárselo hasta llegar este domingo a las calles de Madrid, haciendo prueba de una gran fortaleza mental para superar todas las dificultades, incluyendo varias caídas. 

El esloveno, buen rodador y escalador tenaz, dio un golpe a sus rivales en la contrarreloj individual para luego controlar a sus rivales en las siguientes etapas, bien arropado por su equipo.

La victoria en la Vuelta culmina la progresión de este antiguo saltador de esquí reconvertido a ciclista, que en 2018 había quedado cuarto en el Tour de Francia, pero que en 2019 dio un paso más subiendo al tercer cajón del podio en el Giro por detrás de Richard Carapaz y Vincenzo Niballi.

De paso, Roglic da un serio aviso al pelotón de cara a sus aspiraciones para la próxima temporada, donde tras sus éxitos este año en Giro y Vuelta ya puede poner sus miras en el Tour de Francia, al que acudirá bien arropado por su equipo el Jumbo-Visma.

El equipo holandés no había vuelto a ganar una gran vuelta desde el Giro de 2009 con el ruso Denis Menchov, entonces todavía bajo las siglas del Rabobank.

'En el top 10'

El esloveno se limitó a disfrutar este domingo de la etapa, en la que se impuso Jakobsen tras un recorrido de 106,6 entre Fuenlabrada y la capital madrileña.

El ciclista del Deceunink se impuso en un esprint masivo al irlandés Sam Bennett (Bora) y al polaco Szymon Sajnok (CCC).

"Ganar en Madrid significa que puedo decir que estoy en el top 10 de los sprinters", dijo Jakobsen en la rueda de prensa tras la etapa.

La carrera se vio animada por la escapada ya en el circuito previsto en las calles madrileñas de Diego Rubio (Burgos BH) y el colombiano Daniel Martínez (Education First).

Controlados por el pelotón, acabaron siendo cazados a 6 km de meta para dejar que la carrera se decidiera al esprint.