En un año crítico para el fútbol colombiano, tanto a nivel de clubes como de Selección, llama la atención que dos equipos que no cuentan con las nóminas más costosas, Santa Fe y América, se las arreglaron para ser los mejores tanto en la Liga Betplay como en el torneo femenino.
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Ya la primera final se resolvió a favor de las leonas, que de esta manera suman su segundo título, mientras que las escarlatas, que también iban por su segunda corona, debieron conformarse con el subcampeonato.
Ahora, el 20 y el 27 de este mes viene la definición del ganador de un torneo atípico, signado por la pandemia, las cuarentenas, calendarios recortados y partidos disputados a puerta cerrada, como en el resto del mundo.
De acuerdo con las frías estadísticas ‘Cardenales’ y ‘Diablos Rojos’ son los dos mejores equipos de este año futbolístico “corto”, en el que solo habrá un campeón y no se conocerá qué clubes irán al descenso y tampoco cuáles ascenderán.
Es así como Santa Fe, que terminó primero en la fase clasificatoria, hoy tiene 47 puntos en la reclasificación, con 39 goles a favor y 20 en contra. Lo sigue el América, igualado en 40 unidades con el Junior, justamente al que dejó, el domingo pasado, en su camino de búsqueda de un cupo en la gran final.
Pero no son solo los resultados los que avalan las campañas de los dos cuadros que tienen en común el rojo de sus uniformes. Detrás de los resultados y su clasificación a la final, hay una serie de factores determinantes, que van más allá de que los ‘Tiburones’ hayan tenido 12 jugadores contagiados de covid-19 o a la falta de ambición de los integrantes de La Equidad en los dos cotejos de las semifinales.
Es más, Junior tenía nómina suficiente e incluso en el partido decisivo del domingo pasado jugó prácticamente con su equipo titular. A Teófilo Gutiérrez no lo utilizaron como inicialista más por precaución que por cualquier otra razón.
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Factores diferenciadores
Son varios los motivos, aparte de los resultados, por los que hoy Santa Fe y América son finalistas del torneo masculino y tuvieron a sus equipos disputando el título en la liga femenina.
En primer lugar, los dos clubes han sido abanderados del torneo femenino. Cuando se anunció hace pocos años la creación de este, los capitalinos se propusieron ser los primeros campeones, como lo hicieron en 1948, año en el que arrancó el rentado nacional masculino. Los ‘Escarlatas’ no se quedaron atrás y por ello armaron un plantel competitivo que les permitió ganar su primera estrella el año pasado y con el que querían repetir en este 2020.
Ese mismo objetivo se trazaron los dos elencos para la Liga Betplay. América, a pesar del cambio de técnico (Alexandre Guimarães) tras lograr su estrella 14 en diciembre pasado y sufriendo también la salida de jugadores importantes, logró estructurar un equipo competitivo, guiado por el argentino Juan Cruz Real.
No fue fácil. Por momentos se desconfió de lo que podía lograr el técnico y hasta se rumoró que no llegaría a diciembre. Pero el mayor accionista de la institución, Tulio Gómez, lo respaldó y esa confianza sirvió para que los jugadores se sintieran seguros y al final cuajaron una campaña que los tiene ad portas de su estrella 15, con lo que igualaría a Millonarios.
Del lado de Santa Fe la historia es diferente. Desde que regresó a la presidencia Eduardo Méndez, le entregó la dirección técnica a Harold Rivera, algo que no tenía explicación porque unos meses atrás lo había destituido del Unión Magdalena.
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La desconfianza reinó entre los hinchas, pero los resultados terminaron por darle la razón a Méndez. De un equipo que estuvo muy cerca de entrar en zona de descenso se pasó a uno competitivo, que hizo una gran campaña y que convenció.
Aciertos
Los aciertos son compartidos por directivos y entrenadores. Tanto Méndez como Gómez han sabido escoger los jugadores para reemplazar a los que por algún motivo se tuvieron que ir. Sin embargo, ese éxito no se hubiera logrado de no ser porque los técnicos supieron acomodarlos al esquema de sus equipos.
Ello mismo ha servido para que a Santa Fe se le vea una estructura de juego. Rivera ha logrado darle una identidad y mostrar un plantel equilibrado, como lo demuestran los 39 goles convertidos.
De Santa Fe siempre se sabe a qué juega. No por ello es predecible porque tiene variantes y jugadores para cumplir las distintas tareas que le encomienda el técnico.
Y hay más. Decía, tras la clasificación a la final, uno de los integrantes del plantel que una de las grandes ventajas es que “Santa Fe es una familia” en la que predomina el interés general sobre el particular. Un equipo en el que quien no se siente bien para jugar lo dice de frente y el que tiene que ser suplente lo hace sin protestar.
Otro punto a favor es que Rivera confía en los jugadores jóvenes, les da la oportunidad y ellos le responden, así como ha recuperado a algunos que no venían jugando bien o estaban lesionados.
Algo similar ocurre en el América. Juan Cruz Real se dio la pela de dejar en el banco a Juan Pablo Segovia, que era titular intocable el año pasado. Lo mismo ocurrió con Luis Paz. Los sentó y se la jugó con elementos con poca experiencia pero con muchas ganas.
También resultó extraño que para el partido contra Junior dejara en el banco a Rafael Carrascal, que ha sido pilar en el mediocampo, pero el resultado le dio la razón. Quienes esperaban crucificarlo por su osadía, no pudieron hacerlo.
América juega bien por momentos, a ratos luce mal, pero tiene estructura de equipo y jugadores con ganas de triunfo. Ese es otro punto a su favor.
¿Qué pasará en la final?
El domingo se disputa el partido de ida en el Pascual Guerrero y el 30 en El Campín. Por justicia, el ganador tendría que ser Santa Fe que cabalgó la fase preliminar, pero América está dispuesto a repetir título. Por el bien de un fútbol colombiano en crisis, que gane el que mejor juegue.
Ya los dos aseguraron cupo en la fase de grupos de la Copa Libertadores y tendrán que reforzarse para intentar borrar estos últimos años que han sido para el olvido en cuanto a participación de equipos colombianos en los torneos continentales.
Sobre un posible aporte de jugadores a una Selección mayores también en crisis, desde luego que hay uno que otro que bien podrían llegar, no a ser titulares, pero sí a sumar e irse familiarizando con el grupo y con el trabajo de Reinaldo Rueda o quien tome las riendas de cara a lo que resta de las eliminatorias al Mundial de Catar 2022.
Y otro elemento para tener en cuenta: Santa Fe no cambia su estilo de juego bien sea para un partido como visitante, como local o un clásico ante Millonarios. Tampoco lo hará para la final.
A su turno, América sorprendió con su planteamiento ante Junior porque en el Metropolitano de Barranquilla no salió a esperarlo, sino a sorprenderlo desde el vamos.