El técnico parece estar completamente recuperado de una bacteria que le causó problemas después de una delicada cirugía
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Los altibajos de Millonarios en lo que va corrido de la temporada 2018 hicieron que se sintiera con mayor intensidad la ausencia del técnico Miguel Ángel Russo, afectado por una bacteria adquirida durante una intervención quirúrgica a comienzos de año en Buenos Aires.
Pero ya el argentino regresa a Bogotá, de acuerdo con lo planeado, antes del 17 de abril para dirigir el encuentro de Copa Libertadores contra Deportivo Lara y los pocos partidos que quedan del ‘todos contra todos’ en la Liga Águila.
Con la mayoría de las fechas disputadas, Russo además de tomar de nuevo las riendas de su proyecto, se enfrenta a una situación muy distinta a la que tenía cuando partió a Buenos Aires para iniciar su recuperación. El equipo no está en el grupo de los ocho y es colero en su zona en la Libertadores.
Cuando se fue de la capital, le dejó a Hugo Gottardi, su asistente técnico, un plantel que aún evidenciaba el impulso anímico que le generó derrotar a Santa Fe en la final del campeonato anterior. Asimismo, refuerzos como Roberto Ovelar y Santiago Montoya estaban generando cosas positivas para aportar al equipo. Ahora la historia es diferente; Millos no ha mostrado su mejor versión en el Apertura de 2018 y espera con la vuelta de su entrenador encaminar su rendimiento en la cancha e implementar regularidad, factor que no caracteriza al cuadro embajador.
La labor de Gottardi no es mala. Él fue el encargado de dirigir al plantel en la final de Superliga contra Atlético Nacional, que finalizó a favor de los bogotanos 2-1 en Medellín. Es cierto que por ese entonces, Russo tuvo un par de semanas de trabajo que le dieron al equipo una idea para plasmar en el Atanasio, no obstante, fue su asistente quien realizó los cambios y reorganizó a un conjunto que fue golpeado en los primeros minutos de partido con gol de Dayro Moreno para conseguir una valiosa remontada.
En otro orden de ideas, los resultados en Liga Águila evidencian altibajos. Millonarios ha conseguido cuatro victorias, tres de ellas en casa y una en el Palogrande de Manizales contra el Once Caldas. De igual manera, los ‘albiazules’ dejaron ir seis puntos cuando empataron en el Campín contra Alianza Petrolera y Jaguares, y también igualó con Atlético Nacional de local. Por su parte, lejos de Bogotá, el plantel solo sacó ventaja un partido y perdió cuatro con rivales fuertes como lo son Deportivo Cali, Junior, Independiente Medellín y Rionegro Águilas.
“La presencia de Russo es importante para el desempeño del equipo”
Además, de los refuerzos que pidió Russo, hasta ahora los únicos que dieron el rendimiento esperado fueron Wuilker Fariñez y César Carrillo, quien marcó tres goles en el último partido contra Bucaramanga. Ovelar solo anotó en dos ocasiones contra Nacional por la Superliga, Montoya está lesionado y se pierde el resto del semestre. Entretanto, Carlos López no ha contado con los minutos suficientes para adaptarse al estilo de juego implementado por el cuerpo técnico.
EL NUEVO SIGLO les muestra cinco herramientas que recupera Millonarios con el regreso de su entrenador:
1. Adaptación de un estilo de juego: El año pasado los capitalinos iniciaron un proyecto que estaba encabezado por Russo. Es cierto que Gottardi cuenta con trayectoria en Argentina como jugador y asistente, lo que le puede ayudar a manejar los partidos; sin embargo, es difícil organizar un proceso cuando no está presente la cabeza del trabajo. No es lo mismo que Russo le dé las instrucciones a su cuerpo técnico por celular, pues como lo mencionó el capitán del plantel, Andrés Cadavid “la presencia de Russo es importante para el desempeño del equipo”.
2. Capacidad de Reacción: En varios encuentros se ha visto que Millonarios no logra remontar marcadores complicados; de hecho, esta liga cuando inicia perdiendo el resultado no ha cambiado de curso. La excepción fue el partido de Superliga contra Nacional. Con Russo, Millos evidenciaba algunas falencias en la última línea, pero cuando las cosas no se daban en el primer tiempo, la segunda mitad era diferente en parte gracias a la charla del descanso y experiencia del técnico argentino . Por ejemplo, el plantel sufrió un empate en el Pascual Guerrero contra el América por la semifinal, después del gol se dieron algunas indicaciones y minutos más tarde, Macalister marcó el tanto de la victoria.
3. Regularidad: Sin lugar a dudas, en este campeonato los embajadores no fueron constantes. El año pasado tanto en el apertura como en el clausura, Millonarios alcanzaba rachas positivas de tres o cuatro partidos invicto. En 2018, tan solo logró ganar dos encuentros consecutivos; el primero contra el Once Caldas 1-0 y el segundo frente al Bucaramanga 4-1. Con su entrenador, el plantel recupera una idea de juego más clara pues fue él quien organizó a Millonarios la temporada anterior; esto le puede brindar regularidad.
4. Mejoría de los delanteros: Por otra parte, es cierto que con la ausencia de Santiago Mosquera, Millos perdió a un jugador que era clave para la generación de juego del equipo. Precisamente, por momentos, se ve a Ayron Del Valle perdido entre los defensores pues los volantes ofensivos no avanzan al arco rival como lo mostraban el semestre anterior. Con Russo, el juego vertical que tantas alegrías le brindó al plantel puede mejorar ya que tiene el tiempo de trabajo y los partidos necesarios para arriesgar la clasificación al grupo de los ocho, ya que debe salir a ganar los puntos que restan.
5. Ritmo y Confianza: De igual manera, puede que con Gottardi el plantel derrotó a América y Nacional; sin embargo, en los partidos contra Jaguares y Alianza Petrolera, el equipo no supo guardar el resultado ya que el entrenador organizó unos cambios que desequilibraron el medio campo y le brindaron el espacio suficiente a los rivales para obtener el empate. En contraposición, era poco habitual ver que Millonarios fuera ganando el semestre pasado y le remontaran, con Russo. El club mantuvo la victoria contra equipos como América, Medellín, Cali e incluso, Santa fe.