París se despidió de sus Juegos Olímpicos con una grandilocuente ceremonia de clausura repleta de guiños a la cultura francesa, y Estados Unidos en lo alto del medallero después de algo más de dos semanas de competiciones.
La cantante Zaho de Sagazan interpretó el gran clásico “Sous le ciel de París” poco antes de que el nadador Léon Marchand, el héroe francés de estos Juegos con sus cuatro medallas de oro, se llevara la llama olímpica del jardín de las Tullerías, en pleno centro de París.
En el momento de tomar la linterna con el fuego olímpico, dejó de arder el imponente pebetero −un anillo de siete metros de diámetro− que fue encendido en la apertura de la edición parisina el 26 de julio pasado y desde entonces impresionó a cientos de millas. de lugareños y turistas.
La llama se dirigió al Estadio de Francia, al norte de París, donde cerca de 70.000 espectadores abarrotaron las gradas para seguir el desarrollo de la ceremonia, con la intervención estelar del rapero estadounidense Snoop Dogg y el actor Tom Cruise, que presentó a Los Ángeles, sede de los próximos Juegos en 2028.
Más de 200 artistas acompañaron un gigantesco espectáculo planteado como una distopía futurista, en la que “el viajero dorado”, símbolo de la libertad e interpretado por el breakdancer francés Arthur Cadre, redescubrió unas Olimpíadas entre tanto desaparecidas, al igual que en su momento hizo el barón Pierre de Coubertin en el siglo XIX.
Últimas medallas
El último día de los Juegos tuvo momentos estelares en lo deportivo. La femenina de básquet de Estados Unidos se impuso a las selecciones francesas por un ajustado 67-66, para sumar ocho coronas olímpicas consecutivas.
Con esta hazaña, Estados Unidos acabó los Juegos Olímpicos de París como líder del medallero, empatado a 40 oros con China.
El Team USA, sin embargo, tiene más medallas de plata que China (44 por 27), y más preseas en total, 126 a 91. Tercero acabó Japón, con 45 medallas en total (20-12-13).
Por la mañana, la neerlandesa Sifan Hassan causó sensación en el maratón femenino, que por primera vez clausuró el atletismo de unos Juegos.
La atleta, que venía de colgarse dos bronces, en 5.000 y 10.000 metros en la pista del Estadio de Francia, acabó la mítica distancia de 42.195 km con un tiempo de 2 horas, 22 minutos y 55 segundos, que le valió un nuevo récord olímpico.
Leyendas vivas
Las competencias arrancaron el 24 de julio, y desde entonces varias estrellas hicieron historia.
El luchador cubano Mijaín López ganó su quinto oro consecutivo en la misma disciplina, una hazaña jamás vista, y la nadadora estadounidense Katie Ledecky conquistó dos oros -800 metros y 1.500, y ya es con nueve la mujer más laureada en Juegos Olímpicos, junto a la gimnasta soviética Larissa Latynina.
Otro nadador, el francés Marchand, hizo delirar a la hinchada local con sus cuatro oros; la gimnasta Simone Biles se repuso del bloqueo mental de Tokio y recuperó su trono en París con otros tres oros, entre ellos el del concurso individual; y en la pista de atletismo brilló el garrochista sueco Armand Duplantis, que batió de nuevo el récord mundial con un vuelo de 6,25 metros.
Las competencias en París tuvieron una decoración de lujo: la Torre Eiffel frente a la cancha de vóley-playa, el Palacio de Versalles en las pruebas de hípica, el obelisco de la Plaza de la Concordia acompañando el BMX, sin olvidar las olas de Tahití, donde el surfista brasileño Gabriel Medina protagonizó una de las imágenes más icónicas de estos Juegos, levitando sobre las aguas, brazo en alto.
El presidente del comité organizador, Tony Estanguet, había dicho con el propósito que el objetivo era aprovechar el patrimonio francés para “inspirar, maravillar, impresionar y emocionar a los espectadores del mundo entero”.
El Sena fue otro de los grandes protagonistas. Pese a los 1.400 millones de euros gastados en limpiar el río, la organización tuvo sudores fríos a diario y se vio obligada a anular varios entrenamientos y postergar un día el triatlón masculino, aunque todas las competencias previstas, incluyendo la natación en aguas abiertas, se pudo celebrar.
La cita se celebró bajo un dispositivo masivo de seguridad, que incluyó patrullas mixtas de la policía francesa con agentes extranjeros, los más numerosos de ellos, los españoles.
París-2024 fue también un éxito de público, pese a los elevados precios: se vendieron más de 9,5 millones de entradas, muy por encima del anterior récord de Atlanta-1996, cuando se despacharon 8,3 millones.
.Los Ángeles-2028 tendrá la creatividad de Hollywood
Los Juegos Olímpicos de París-2024 bajaron el telón y pasaron el relevo a Los Ángeles, con sus playas, sus colinas y su cine, que se pondrá seguramente al servicio de un evento que tendrá el listón alto después de la cita francesa.
Tras Londres (1908, 1948, 2012) y París (1900, 1924, 2024), Los Ángeles se convertirá en la tercera ciudad en acoger tres veces los Juegos Olímpicos de verano, después de ser su sede en 1932 y 1984. La nueva cita está programada del 14 al 30 de julio de 2028.
El Coliseo de la ciudad californiana será el nexo entre todas las épocas. Ese estadio acogerá la cita, como en 1932 y 1984, y será la sede de las pruebas de atletismo, que como novedad se disputarán en la primera parte de los Juegos Olímpicos.
¿Cómo conseguirá Los Ángeles competir con las imágenes de tarjeta postal que ha logrado París con sus monumentos mundialmente reconocidos? La misión no será sencilla, pero en la ciudad de los rodajes del cine y la industria audiovisual seguramente no faltarán ideas.
“Buena suerte, Los Ángeles, si quieres hacerlo mejor que París”, escribe la revista estadounidense Sports Illustrated, que estima que la ciudad estadounidense “tiene perdida” de antemano ese partido.
“Serán unos Juegos propios de Los Ángeles y californianos”, había asegurado a la AFP antes de los Juegos de París el patrón de la organización de “LA28”, Casey Wasserman.
“No tenemos la Torre Eiffel, pero tenemos las letras de Hollywood. Tenemos sedes de competición increíbles y un entorno magnífico”, añadió Wasserman el sábado en una conferencia de prensa. La presión será fuerte para Los Ángeles, once años después de haber sido designada como ciudad anfitriona al mismo tiempo que París, en 2017.
La alcaldesa, Karen Bass, prometió en París que buscarán “unos Juegos sin coches”, una fórmula que puede hacer sonreír a quienes conozcan Los Ángeles, una ciudad donde los vehículos personales son norma y los atascos de tráficos hacen perder mucho tiempo.