"Mañana es una etapa en la que se gana o se pierde tiempo, no hay otra", señaló este jueves en Bagneres-de-Bigorre el escalador colombiano Egan Bernal, en la víspera de la única contrarreloj de la presente edición del Tour, 27 kilómetros en el sur de Pau.
"Mañana es una contrarreloj y los especialistas tienen todas las de ganar, pueden manejar el ritmo y los watios. Nosotros (los escaladores) tenemos la desventaja, pero intentaremos hacerlo bien, a ver qué pasa", dijo el ciclista del Ineos tras la primera jornada de montaña en los Pirineos, en la que ganó Simon Yates.
"Es una etapa en la que se gana o se pierde tiempo, no hay otra. No soy malo, pero no es mi especialidad, tengo muchos rivales, vamos a ver", añadió.
Este jueves Bernal acabó muy satisfecho con el desarrollo de la etapa, en una jornada en la que los favoritos declararon una tregua y no hubo ataques, con el equipo Ineos controlando el pelotón.
"La carrera fue como los equipos que estábamos controlando queríamos que fuera, no había nadie de la general en la fuga, por lo que podía tomar el tiempo que quisiera", analizó el colombiano de 22 años.
Simon Yates se impuso a sus dos compañeros de escapada, Pello Bilbao y Gregor Mühlberger, para adjudicarse la duodécima etapa, de 209 kilómetros y que pasó por los puertos de Peyresourde y Hourquette d'Ancizan.
"Obviamente los equipos que van a controlar tienen que aceptar la fuga y así fue", añadió.