Las últimas apuestas de los directivos de Millonarios habían sido por contratar un técnico de prestigio y costoso, fórmula que de cara a la temporada 2020 cambiaron al traer a Alberto Gamero, quien está muy lejos de lo que devengaban Miguel Ángel Russo o Jorge Luis Pinto. ¿Será que también optarán por sumar al plantel jugadores de postín?
La respuesta a esa pregunta en buena medida la tendrá el técnico samario, quien deberá armar el equipo a su gusto y no al de Enrique Camacho o Gustavo Serpa.
Gamero debe ser consciente de que los aficionados azules están ansiosos de sumar una nueva estrella y que el torneo no da tiempo para realizar procesos.
También debe entender que una cosa es armar un elenco como el Tolima, en el que su presidente Gabriel Camargo no le exige títulos inmediatos sino que lo mantenga en los primeros lugares y le saque una figura que pueda vender, y otra pensar en un Millonarios que responda a los anhelos de los aficionados y a la historia del club, que sigue siendo una insignia.
Para que el técnico samario, que jugó de lateral derecho, tenga éxito en su aventura por el elenco azul y no se cumplan las palabras de despedida de Camargo: “por acá lo espero”, debe superar algunas exigencias.
¿Cuáles son esos retos que le esperan al ‘Sonero’ Gamero en Millonarios?
- Entender que Millonarios es Millonarios. Uno de los requisitos para quien se siente en el banco técnico del elenco azul es comprender que no se trata de un club común y corriente, sino que su historia exige resultados inmediatos, jugar bien al fútbol y estar siempre en las instancias finales. Gamero, quien fue jugador en la primera era de Jorge Luis Pinto y luego con Eduardo Retat, sabe lo que representa ser parte del 15 veces campeón de Colombia y por ello como técnico debe tenerlo muy presente.
- Equipo campeón. Gamero debe sentarse con los directivos Serpa y Camacho a diseñar un plantel competitivo, en el que se haga inversión y no seguir apostando por el contratemos a esta promesa a ver si se hace realidad y la podemos vender a un buen precio. Es natural que todo club quiera tener unas finanzas saneadas, pero para lograrlo debe invertir y ello no representa que también se le nieguen oportunidades a los canteranos.
- Armar un plantel a su gusto. Russo y Pinto cometieron el error de aceptar los jugadores que les entregaron y aunque el argentino sacó campeón a Millonarios, eso no es lo recomendable. El técnico debe escoger su nómina puesto por puesto y por ello el samario debe empezar por analizar lo que tiene el cuadro azul, que le sobra y qué necesita. Es cierto que el ‘Sonero’ siempre armó sus planteles con lo que le dio el senador Gabriel Camargo, pero en el caso del 15 veces campeón de Colombia, debe ser él quien decida con quiénes quiere trabajar, qué requiere para reforzar una defensa que ha sido muy frágil, un mediocampo en el que se requiere quién le haga la segunda a Silva y una delantera que no depende de un solo jugador.
- Refuerzos de verdad. Millonarios en los últimos años se ha dedicado a contratar jugadores más no refuerzos. Tal vez los únicos que se pueden catalogar en ese nivel son David Silva, Wuilker Faríñez y hasta de pronto Jefferon Martínez. Sin embargo, un equipo de la categoría y prestigio del azul, merece traer figuras ya hechas, que cautiven a los aficionados, que los motive a colmar el estadio y que marquen diferencia con su liderazgo y se hagan sentir en la cancha. Hasta el momento, de los nombres que se han mencionado, ninguno tiene el rótulo de refuerzo.
- La cantera. Millonarios es uno de los equipos que más dinero gasta en la formación de jugadores. No obstante, son muy pocos los que llegan al primer equipo y si lo hacen es por recompra, como ocurrió con David Silva, quien tuvo que brillar en el Tolima para que los directivos lo vieran. Los directivos le pidieron a Russo y Pinto darle oportunidad a los canteranos y algunos resultados se vieron, como Mosquera y Salazar.
- Recuperación de jugadores. Hay varios jugadores en Millonarios que se perdieron por cuenta de las lesiones o falta de oportunidades. Tal vez el principal caso es el de Santiago Montoya. Gamero lo conoce muy bien, bajo su dirección brilló en el Tolima y bien podría volverlo a los primeros planos del balompié rentado. El volante antioqueño, en el nivel que tuvo en los ‘Pijaos’, sería el socio ideal para Silva.
- Sin tiempo. Uno de los principales problemas para Gamero es el tiempo. Los torneos cortos en la Liga Águila no dan tiempo de hacer procesos, sino que exigen resultados inmediatos y más en Millonarios. Es por ello que debe definir pronto el plantel con que trabajará y diseñar la estrategia que le permita darle gusto a los hinchas.
- Ventaja. El técnico samario tiene una gran ventaja y es su manejo de grupo. A parte de ser buen trabajador, de armar equipos con poco y de ser un gran estratega, conoce el vestuario y lo que allí ocurre. Fue jugador y adquirió la experiencia suficiente para afrontar todo tipo de situaciones. Además, ya lleva varios años lidiando con jugadores que fueron como él, con otros más indisciplinados y con los juiciosos.
- ¿Diferente? La experiencia de Gamero, primero como jugador, luego como asistente técnico y después como técnico lo han ido curtiendo. Tuvo un amargo paso por el Junior y aunque siempre ha dicho que no cree que algunos jugadores se le hayan parado, lo ocurrido le debió servir para enriquecer su manejo de grupo y seguro en Millonarios, sabrá qué hacer en determinados casos.
- Trabajo. Si algo puede ofrecer Gamero es trabajo y eso lo ha demostrado en donde ha estado. Además, sabe lo que es ser campeón, lo fue con Boyacá Chicó y con Tolima. Ahora su tarea es serlo con Millonarios.