El Liverpool (1º), que necesitaba un triunfo para poder ser campeón hoy si el Manchester City (2º) caía con el Burnley (11º), no pasó del empate sin goles en el derbi ante el Everton (12º), en la 30ª jornada de la Premier League.
Para volver a ganar ya en esta jornada un título que no logra desde 1990 (cuando la Premier League ni siquiera se llamaba así), los ‘Reds’ tenían que vencer y esperar la derrota de su primer perseguidor.
Ahora deberá esperar unos días para cantar el alirón. El Liverpool tiene 23 puntos más que el City, que en caso de ganar hoy podría acercarse a 20 unidades, una diferencia que sigue pareciendo insalvable.
“Creo que todo el mundo está simplemente feliz por regresar, ganando o perdiendo, este es otro paso para acercarnos a nuestro objetivo”, resumió el holandés del Liverpool Virgil Van Dijk.
En Goodison Park, el futuro campeón inglés se mostró poco inspirado en su reestreno tras más de tres meses sin fútbol.
Sin su estrella Mohamed Salah, el vigente campeón de la Liga de Campeones estuvo lejos de la versión arrolladora que le llevó a tener su amplio colchón en el campeonato. Solo consiguió disparar tres veces dentro de la portería.
Los ‘Reds’ se fueron al vestuario al descanso con un solo disparo entre los tres palos, una falta lanzada por Alexander-Arnold (41). Un minuto después James Milner se lesionó y tuvo que retirarse. Le suplió Joe Gomez.
Tampoco ofrecieron su mejor versión en la segunda mitad. Entre sus pocas acciones relevantes, el guineano Naby Keita combinó con Roberto Firmino y disparó demasiado cruzado (51) y luego Van Dijk cabeceó un córner pero respondió sin complicaciones el arquero Jordan Pickford (58).
El arquero brasileño Alisson evitó la derrota demostrando su clase al despejar un taconazo de Dominic Calvert-Lewin y un disparo de Richarlison en los diez últimos minutos.
“Se vio que era un derbi, incluso sin los aficionados. No conseguimos suficientes ocasiones para la posesión que tuvimos. Ellos tuvieron más oportunidades, tuvimos suerte”, reconoció el técnico de los Reds, Jurgen Klopp.
Carlo Ancelotti, el entrenador del Everton, consideró que la intensidad fue “muy alta”, teniendo en cuenta “el largo parón y la falta de aficionados”.
Antes el Chelsea remontó en la segunda parte y se impuso por 2-1 en la cancha del Aston Villa (19º), un resultado que le sirve para consolidar la cuarta plaza, última que conduce a la próxima Champions.
Los Blues, con un pie fuera de la presente edición de la Liga de Campeones -perdieron la ida de octavos por 3-0 ante el Bayern Múnich en Londres-, dieron un paso de gigante para jugar la próxima, aprovechando el empate 1-1 entre el Manchester United (5º) y el Tottenham (9º) el viernes.
Ahora el Chelsea defenderá cinco puntos de ventaja con el United, su primer perseguidor.
Dominadores, los jugadores dirigidos por Frank Lampard tuvieron problemas para crear peligro real debido a su falta de velocidad en las combinaciones, algo comprensible tras tres meses de parón.
Incluso se fueron al vestuario un gol por debajo, después de que el defensa Kortney Hause acertara a la segunda tras una parada de reflejos del español Kepa (43).
Los Blues subieron el ritmo tras la reanudación y en dos minutos se embolsaron los tres puntos. Primero el estadounidense Christian Pulisic, que acababa de entrar, aprovechó un centro del español César Azpilicueta (60), y después el francés Olivier Giroud recibió de espaldas y acertó con su disparo (62).
Antes el Sheffield United (7º) desaprovechó la ocasión de subir al quinto puesto al perder claramente (3-0) en su visita a Newcastle (12º).
Antes de los partidos, los equipos se han arrodillado como gesto de protesta tras la muerte el pasado mes de George Floyd en Minneapolis, después de ser detenido e inmovilizado en el suelo por un policía blanco.