Tiburones y escarlatas disputan los primeros 90 minutos de una final de infarto
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Experiencia y novedad. Estas son las caras que presenta la final de la Liga Águila, que inicia hoy en el Metropolitano de Barranquilla. Dos equipos totalmente distintos, Junior y América, medirán fuerzas por la estrella de Navidad. Por supuesto, al ser el bicampeón, los ‘tiburones’ llegan con algo de ventaja por el poderío que tomó en los últimos años, no obstante, los ‘Diablos Rojos’ buscarán a toda costa mandar al infierno a los locales.
Ya es habitual ver al Junior en la definición de campeonatos. Desde que se instaló el formato de torneos cortos, los barranquilleros clasificaron a 11 finales y demostraron en más de una oportunidad que saben cómo jugar este tipo de partidos en donde la presión y el factor emocional son un complemento clave que termina marcando la diferencia. Lo que en un inicio fue un dolor de cabeza para Julio Comesaña hoy es un elemento de paz y calma que se junta con la sensación del deber cumplido.
El entrenador colombo-uruguayo va por una final más. No todo ha sido alegría porque en un principio vio como a su equipo se le escapó un campeonato cuando el América lo eliminó en el Metropolitano para semanas más tarde fallar en los penales con Paranaense la batalla por la Copa Suramericana.
Con esfuerzo, constancia y un esquema de juego en el que sobresale toque de balón y generación de acciones de gol, Junior espera sacar ventaja en su casa ante una afición que se acostumbró a ganar trofeos. De igual forma, Teófilo Gutiérrez se encuentra en un nivel impresionante y con sus actuaciones y liderazgo pretende liderar la zona de ataque del bicampeón de Colombia.
En la plantilla del Junior está otro uruguayo que es un referente para sus compañeros. Su liderazgo y tranquilidad convirtieron a Sebastián Viera en uno de los mejores porteros de la Liga, demostrando que es bueno para atajar penales, reducir espacios y salir al achique de los delanteros contrarios. El guardameta va por su séptimo título en el campeonato local. Desde que firmó con los barranquilleros en 2011, se estableció en la titular y disputó finales en varias oportunidades ante clubes como Once Caldas, Atlético Nacional, Independiente Medellín, Atlético Paranaense, entre otros.
Si en la portería y en la zona de ataque Junior cuenta con trayectoria, la defensa no se queda atrás. En el fondo, Rafael Pérez vivió este exitoso ciclo de los ‘tiburones’ y con su pegada y capacidad para ganar en el cabezazo quiere ayudar a sus compañeros para que el equipo no reciba tantos goles. Es una falencia enorme la última línea currambera. Por lo general, el conjunto no pasa un partido sin encajar tantos, cuestión que necesita mejorar el cuerpo técnico.
En el otro costado, América se quedó con el grupo de la muerte y dejó atrás rivales de peso como lo son Santa Fe y Cali. Los ‘Diablos Rojos’ regresan a una final en Primera después de 11 años de ausencia. A diferencia del Junior, que cuenta con bastante experiencia en este tipo de encuentros y es un conjunto consolidado, los escarlatas vienen en formación ya que su entrenador, Alexandre Guimaráes, arribó a las filas del club en el inicio de este semestre. El portugués sabe que no tenía una nómina amplia y decidió organizar un sistema que se basa en la reducción de espacios para generar contragolpes letales.
El delantero Michael Rangel llegó a 13 tantos e igualó a Germán Ezequiel Cano en la tabla de goleo. El artillero tiene en sus manos la opción de llevar a cabo la ley del ex ya que vistió campañas atrás la camiseta del Junior. Incluso, los ‘tiburones’ aún son dueños de sus derechos deportivos pero posiblemente América hará efectiva la opción de compra. Entretanto, Duván Vergara es otro deportista que se transformó en una pieza clave para el funcionamiento del equipo. El mediapunta sobresale debido a su velocidad y capacidad para generar diagonales cuando se viven transiciones defensa-ataque.
Asimismo, Rafael Carrascal se ganó un espacio en el once inicial de Guimaráes gracias a las herramientas que evidencia cuando controla la pelota. Además de recuperar balones en la zona medular, el ex Tolima hace goles de media distancia, cuestión que es un elemento importante en este tipo de partidos.
No solo arriesgarse a pegarle de lejos se transformará en una acción que sin lugar a dudas podría inclinar marcadores. La pelota quieta jugará en contra del Junior pues históricamente los curramberos no son buenos defendiéndose cerca de su propio arco. Ante Tolima el plantel sufrió más de la cuenta pese a que los zagueros ‘pijaos’ no cuentan con la efectividad goleadora que manejan Juan Pablo Segovia y Marlon Torres.