Los directivos del fútbol profesional colombiano nos van a quitar la única distracción que tenemos quienes no podemos asistir a los estadios los fines de semana.
RCN, que tenía la transmisión de unos partidos en televisión abierta, no la tendrá más, todo se lo dejó a Win y al nuevo Canal Premium.
El presidente de la Dimayor, Jorge Enrique Vélez, ha dicho que el fútbol es una empresa privada y que si el Gobierno quiere divertir al pueblo tendrá que pagar y ellos les enviarán con mucho gusto la factura.
Lo que se le olvida al dirigente Vélez es que los estadios no son privados, excepto el de Palmaseca en Cali, ese es el único club que existe en el país con campo propio, los demás todos son del Estado, luego el prestador del escenario podría exigirle dentro del contrato que unos partidos deban ir por televisión abierta o por los canales regionales dependiendo del encuentro.
El Ministerio de Deporte debiera revisar muy puntualmente este aspecto porque bien difícil que está la situación económica como para cargar un nuevo gasto a la canasta familiar ¿Qué debe dejar de llevar un hombre a su casa para poder ver los partidos de fútbol profesional? No llevar panelas, huevos, carne, papas, plátanos, jabón etc. para entretener a los hijos y claro a la familia en general. Ese que era casi programa familiar ir a la casa de un hermano, vecino o familiar a ver un partido, esta costumbre podría perderse porque nadie aparentemente le ha puesto atención a ese cuento.
Con la famosa idea que el fútbol es una empresa privada, estos directivos tan poco creativos sacaron a los aficionados de los estadios por dos razones, los mal llamados hinchas o barras bravas y el bajo nivel del campeonato, no se les ocurre nada más sino decir que el que quiera ver que pague. Ahora bien, si antes de los partidos promocionaran el torneo de damas, por lo menos se podría llevar a la señora al fútbol, como en la vieja época todos se iban para el estadio, llevaban una gallina, y todos los aderezos posibles para disfrutar de la tarde futbolera, entonces existía la Copa Colombiana o la Copa Coca-Cola, ahora ni eso venden en los estadios.
No crean que la gente es boba, para un vivo, hay otro vivo y los municipios a cambio de incrementar los costos de arrendamiento podría pedir una transmisión local y así beneficiar a los hinchas locales, para que no se queden sin su espectáculo de fin de semana.