Cuatro meses después del último partido de la Liga de Campeones, este viernes (12h00, 10h00 GMT) se celebrará el sorteo de la inédita 'Final 8' con la que la UEFA prevé decidir en agosto su primera competición de clubes, aunque el organismo teme que la pandemia del nuevo coronavirus arruine sus planes.
El último partido hasta ahora de la 'Champions' 2019-2020 fue el 11 de marzo con el 2-0 del París Saint-Germain al Borussia Dortmund, en un Parque de los Príncipes ya sin público, y que permitió a los franceses clasificarse para los cuartos de final por primera vez en cuatro años.
Esa misma noche, el vigente campeón Liverpool quedó eliminado y sin posibilidad de revalidar su corona tras ser eliminado por el Atlético de Madrid ante 52.000 hinchas en Anfield, una multitud que posteriormente los científicos británicos consideraron un acelerador de la pandemia en el Reino Unido.
En pocos días, el fútbol quedó suspendido en toda Europa y sólo a mediados de junio la UEFA fue capaz de anunciar el formato final para su torneo faro y principal fuente de ingresos: antes de la pandemia, se estimaba que los ingresos brutos de sus competiciones esta temporada ascenderían a 3.250 millones de euros (3.690 millones de dólares).
El plan es celebrar en Lisboa una inédita 'Final 8' con los ocho equipos clasificados para los cuartos de final, que comenzaría el 12 de agosto. La final está prevista en el Estadio da Luz de la capital lusa el 23 de ese mes.
Los cuartos de final y las semifinales se repartirían entre el estadio del Benfica y el del Sporting, el Estadio José Alvarade.
Partidos sin público
El templo del Benfica ya albergó la final de la Liga de Campeones en 2014, cuando el Real Madrid derrotó a su vecino Atlético ante 65.000 espectadores, pero ahora los partidos se disputarán a puerta cerrada, salvo cambio de última hora según anunció la UEFA este jueves, debido a que la llegada de aficiones de diversos puntos de Europa podría provocar una nueva ola de propagación de la COVID-19.
De hecho, la gran preocupación ahora de la UEFA es la situación sanitaria en la capital portuguesa.
La pasada semana, el gobierno luso decretó el confinamiento de 19 barrios de la periferia norte de Lisboa, muy cerca de los dos estadios elegidos para albergar los partidos. Una medida que afecta a unas 700.000 personas y que se mantendrá al menos durante quince días.
Portugal, un país con 10 millones de habitantes, registra actualmente más 300 nuevos casos de nuevo coronavirus diarios. Tres cuartas partes de los 443 nuevos casos que se registraron este miércoles proceden de la región de Lisboa.
Sin plan B
Esta situación amenaza con arruinar los planes de la UEFA, aunque su presidente Aleksander Ceferin se mantiene optimista.
"Estoy convencido de que con la constante y continuada colaboración entre todas las partes, podremos concluir la temporada en Lisboa de manera satisfactoria. No hay necesidad de un plan B", declaró el dirigente esloveno la semana pasada.
El organismo prevé idéntico formato para decidir la Europa League, con una 'Final 8' en Alemania y la final del segundo torneo europeo de clubes el 21 de agosto en Colonia.
El sorteo para los cuartos de final y semifinales de los dos torneos se celebrará este viernes, a partir de las 10h00 GMT. Pero antes de llegar a esas instancias se deben completar los octavos de final en ambas competiciones.
En la Europa League solo se disputaron seis de los ocho partidos de ida de los octavos de final, antes de que la pandemia paralizara el fútbol.
En la Liga de Campeones, Atalanta y RB Leipzig están clasificados ya junto a los mencionados París SG y Atlético de Madrid. Las otras cuatro eliminatorias deben disputar aún sus partidos de vuelta: Juventus-Lyon (0-1), Manchester City-Real Madrid (2-1), Bayern Múnich-Chelsea (3-0) y Barcelona-Nápoles (1-1).
Cuando algunos de los grandes de Europa deben lograr aún sus billetes para Lisboa, Atlético y París SG ven en el nuevo formato una ocasión ideal para alcanzar al fin la gloria europea.
"Somos capaces de ganar esta competición, al igual que los otros siete equipos. Estoy convencido de que seremos una alternativa fuerte", aseguró el técnico del campeón francés, el alemán Thomas Tuchel.