Con cinco aspirantes pero un solo favorito, Fernando Jaramillo, hoy los clubes que integran la Dimayor deberían elegir al sucesor de Jorge Enrique Vélez.
En principio hay una inmensa mayoría que apoya al empresario y directivo de Bavaria, pero persiste un pequeño reducto de los de la ‘rebelión de los chicos’, que busca que la votación se posponga, con el argumento de que necesitan tiempo para estudiar nombres y proponer otros.
Jaramillo, quien recibió el guiño del presidente Iván Duque y ha sido objeto de elogios por su trayectoria de parte del ministro del Deporte, aparece como el más calificado para unir a los 20 clubes de la A y 16 de la B, divididos por cuenta del dinero y concretamente los derechos de televisión.
La renuncia de Gustavo Alberto Lenis, César Pastrana y César Camargo, le abrió las puertas a Jaramillo para generar el consenso que se buscaba y aunque a hoy se da por hecho que será el escogido para darle un nuevo norte al fútbol profesional colombiano, no se descartan sorpresas.
A última hora surgió el nombre de Luis Humberto Montejo, quien fuera preparador físico de Millonarios y posteriormente se dedicó a la política, hasta llegar al cargo de gobernador de Boyacá, mandato que no pudo acabar.
También están el expresidente de la Federación Colombiana Tenis, Gabriel Sánchez; el empresario José Castaño y el exdirectivo del Deportivo Independiente Medellín, Julio Villate, de ingrata recordación por su gestión en el club y en Bucaramanga por los negocios que realizó con la cancha sintética del estadio Alfonso López.
Una de las razones por las que Jaramillo lleva la delantera es el apoyo expresado por el Gobierno, porque no hay que olvidar que aparte de los problemas por el manejo de los derechos de televisión, las relaciones de Vélez con el Ejecutivo no eran buenas.
Pero el único reto no es acercarse al Gobierno, sino que deberá afrontar otro que luce más complicado y es lograr que los 36 clubes lo arropen, los respalden al unísono y lo dejen trabajar.
En este punto surge el primer inconveniente y es el deseo de cuatro o cinco equipos ‘chicos’ interesados en posponer la elección con el fin de promover sus candidatos.
El argumento de estos elencos no es otro que se debe nombrar un presidente que los represente realmente y que no propenda únicamente por los intereses de los llamados ‘grandes’.
Sin embargo, a pesar de esa oposición, todo tiende a indicar que Jaramillo será el escogido porque cuenta con el apoyo de los 24 que en principio respaldaron a Vélez, pero que luego en aras del bien del fútbol, optaron por pedirle que se marginara.
Jaramillo conoce el fútbol y sabe de mercadeo y como lo dijo Lenis, en los actuales momentos si algo necesita la Dimayor, es una persona que conozca de mercadeo porque los equipos solo van a percibir dinero por patrocinios y derechos de televisión, ya que por este año no habrá público en los estadios y no se sabe si el próximo año se autorice el regreso a las diferentes ciudades y con el aforo total de los estadios.
“Creo que puedo generar consenso”, dijo recientemente Jaramillo y no hay duda de su capacidad, pero tampoco se puede olvidar que hay directivos expertos en torpedear todo lo que se quiere hacer en la Dimayor.
La situación que vivió Jorge Enrique Vélez no era nueva. Jorge Fernando Perdomo, su antecesor también lo sufrió en carne propia y hoy como máximo accionista del Atlético Huila, está del lado de los ‘chicos’ que quieren tener presidente.