Brasil, México y España ya saben lo que es ganar el oro y quieren repetir gloria colándose en una final donde los primeros abrirán las semifinales antes de que los españoles se la jueguen con Japón.
Veintiún años después de la plata de Sídney-2000, España va a por el oro que ya conquistó en Barcelona-1992, y para ello debe superar a la selección anfitriona este martes en el estadio de Saitama.
Españoles y japoneses protagonizarán el tercer enfrentamiento olímpico entre ambas selecciones, que ya se vieron las caras en las fases de grupos de México-1968, donde empataron (0-0), y más recientemente en Londres-2012, con los nipones ganando por la mínima (1-0).
“A estas alturas, cualquier rival es dificilísimo. Ya vemos cómo está todo de apretado e igualado”, avisaba el seleccionador español Luis de la Fuente tras el encuentro ante Costa de Marfil, en declaraciones a la cadena Cope.
Lo que es innegable es que España llega a este duelo con el papel de favorita, pues la mayoría de sus jugadores juegan en importantes equipos de las grandes ligas europeas, incluso como titulares, y seis de ellos ya tienen la experiencia de haber jugador la pasada Eurocopa -Unai Simón, Pau Torres, Eric García, Pedri, Dani Olmo y Mikel Oyarzabal-.
Por parte de Japón, el hombre a tener en cuenta será el actual jugador del Real Madrid Takefusa Kubo, también con pasado en el FC Barcelona y que en la última campaña ha estado cedido en Villarreal y Getafe.
“Es un gran jugador y está haciendo un gran torneo. Lo mismo que la selección japonesa, un equipo muy dinámico y alegre. Él es un jugador muy importante y entre todos intentaremos que aparezca lo menos posible”, dijo Marco Asensio en la rueda de prensa previa al choque de semifinales.
Cuando concluya el duelo entre españoles y nipones, la final del próximo sábado, que se disputará en Yokohama, quedará conformada por el ganador de este encuentro y el del México-Brasil.
Las dos últimas campeonas olímpicas chocan en su camino a la gran final de unos Juegos, escenario donde ya se vieron las caras en Londres-2012, en un partido que concluyó con el Tri colgándose el oro tras ganar 2-1.
El duelo entre México y Brasil es el más atractivo de estas semifinales, pues ambos combinados ya han comenzado ese enfrentamiento antes de ingresar en la cancha.
Esta Brasil, que quiere repetir gloria olímpica cinco años después de que lo lograra la selección liderada por Neymar Jr., volverá a estar capitaneada por un Dani Alves que lucha también contra su propia historia.
El ahora integrante del Sao Paulo brasileño quiere ampliar su leyenda como jugador más laureado de la historia, sumando un título más a los 42 que acumula, pero para lograrlo tendrá que dejar en el camino al motivado seleccionado de Jaime Lozano.
Brasil cerró el grupo A con pleno de victorias, ganando a la débil Kenia (3-0), que no ha sumado ni un set en este torneo al igual que Argentina, que perdió ante la vigente campeona olímpica China (3-0) en la llave B.
De otro lado, con su cuarto oro consecutivo en lucha grecorromana, el cubano Mijaín López entró en la historia de los Juegos al igualar a mitos como Carl Lewis (salto largo), Michael Phelps (200m estilos) y Al Oerter (disco), además de la japonesa Kaori Icho (lucha libre) como únicos deportistas con cuatro títulos olímpicos en una misma prueba.
El cubano se mostró “orgulloso de ser el mejor luchador de la historia” después de recibir su medalla.
En la final de la división de los 130 kg, la máxima de la lucha grecorromana, el cubano se impuso al georgiano Iakobi Kajaia por un claro marcador de 5-0.
A punto de cumplir 39 años y anunciar su retirada tras los Juegos de Tokio, Mijaín López demostró que sigue sin tener rivales en su deporte, al imponerse en la capital japonesa sin ceder un solo punto en cuatro combates.
La superioridad demostrada en Tokio podría llevarle a replantearse su decisión de retirada, aunque este lunes se mostró enigmático: “Después de este año diré si sigo o no, pero la edad también afecta. Llegaría (a París-2024) con 41 años y tengo que pensarlo muy bien, porque una derrota para mí sería muy difícil”.
Contra Kajaia, López ya tenía la medalla de oro en el bolsillo al descanso, al dominar por 3-0 y en los últimos segundos del combate bailó sobre la colchoneta, antes de que, tras sonar la bocina, realizara una llave a su entrenador, Raúl Trujillo, cuando éste entró a la colchoneta para felicitar a su pupilo, tal como hizo en Río.