La Equidad, único equipo colombiano sobreviviente en torneos internacionales, deberá aliarse con el gol, la altura de Bogotá y la suerte para remontar hoy el resultado en contra (2-1) frente a Atlético Mineiro de Brasil y pasar a las semifinales de la Copa Suramericana, su gran sueño.
A partir de las 7:30 p.m., los equipos definirán la llave en el estadio El Campín de Bogotá, a 2.600 metros de altura, tras la victoria de los brasileños en el juego de ida.
El ganador de la eliminatoria se medirá en semifinales con el Colón de Argentina, que dejó en el camino al venezolano Zulia.
El uruguayo Esteban Ostojich será el juez del compromiso en la capital colombiana.
El equipo asegurador va tras una hazaña. No es el favorito y tendrá que asumir mayores riesgos para equilibrar el marcador que arrastra en contra. Y para eso el técnico Humberto Sierra se aferra a la fuerza y agresividad que ha mostrado en casa.
“La llave está abierta, no va a ser fácil, pero nosotros como locales somos fuertes”, dijo el entrenador en conferencia de prensa.
Más allá de la presión por definir la llave frente a su afición, Sierra no aventura un cambio drástico en el libreto de los colombianos.
“Creo que (el juego) no será muy diferente, nuestro juego es muy agresivo como local. Confío en que mi equipo tiene para remontar”, sostuvo.
El once bogotano, que no podrá contar con Ethan González, expulsado en la ida, sorprendió a los brasileños en el primer juego cuando se adelantaron en la pizarra con un gol tempranero de David Camacho desde el punto penal.
Ese gol de “visitante fue muy importante porque es lo que nos mantiene con vida”, remarcó Sierra.
Atlético Mineiro, por su parte, es un adversario fuerte. Tiene un plantel con experiencia en torneos internacionales y una deuda que saldar con la hinchada tras su eliminación en la Libertadores, torneo que conquistó en 2013.
Sin embargo, para La Equidad se trata nada más y menos que su cita con la historia. Nunca antes había avanzado a esta instancia y quiere que en adelante sea mirado con respeto.
“Es el partido más importante en la historia de Equidad”, afirmó Pablo Lima, volante del conjunto local.
Así también lo siente el experimentado capitán Stalin Motta, quien incluso se echó encima la responsabilidad de salvar el año internacional para los clubes colombianos.
“Vamos en representación de todo un país”, enfatizó Motta.
Con la emoción a flor de piel, a los colombianos no solo les toca pegar dos veces para garantizar la clasificación, sino controlar la ansiedad y evitar las peligrosas recuperaciones ofensivas del ‘Galo’.
“El secreto del partido va a estar en evitar las transiciones rápidas de ellos. En ataque, convertir las oportunidades que tenemos”, resumió Lima.
El Mineiro es fiel a la tradición de equipos brasileños que le temen a la altura, a veces más que al propio rival.
A 2.600 m de altura, Bogotá supone un desafío físico para los visitantes y eso hace prever que saldrán con un juego conservador, y más con la ventaja que traen.
El técnico Rodrigo Marques se apoya precisamente en el 2-1 de la ida para minimizar el impacto sicológico de rendir en la altura.
“Perjudicaría si estuviera detrás del marcador, porque se tendría que correr más”, comentó el entrenador.
En ese sentido, Marques insiste en que su equipo cuidará muy bien la ganancia que le dejó el primer duelo.
“Sabemos de la responsabilidad que tenemos de vencer y clasificar. Tenemos una ventaja, pero necesitamos hacer un juego muy seguro para regresar con la clasificación”, señaló a la prensa brasileña.
Por la otra copa
De otro lado, Palmeiras recibe a Gremio de Porto Alegre en la vuelta de los cuartos de final de la Copa Libertadores, con la ventaja del 0-1 lograda en la ida, que acerca el conjunto de Sao Paulo a la semifinal del torneo.
La victoria la semana pasada en Porto Alegre fue un bálsamo de tranquilidad y confianza para el Palmeiras, que sufrió una crisis de juego y resultados tras el parón por la Copa América y encadena seis partidos en el Brasileirao sin ganar, lo que le valió perder el liderato.
El equipo que dirige Luiz Felipe Scolari llega descansado al partido, al haber aplazado su duelo del final de semana contra el Fluminense para cumplir con el plazo de 72 horas mínimo de descanso entre dos partidos.
Fluminense jugó el jueves la ida de los cuartos de final de la Copa Sudamericana, por lo que sólo podía jugar el partido liguero el domingo, mientras que el Palmeiras, al tener establecido la vuelta de los cuartos contra Gremio el martes, sólo podía actuar el sábado.
Para el encuentro, Scolari tiene la importante baja del volante Felipe Melo, expulsado en la ida, y que será reemplazado por Thiago Santos.
El resto del equipo será el mismo que jugó de inicio en Porto Alegre. En el banquillo, el técnico tendrá a disposición a uno de sus recientes fichajes, el defensa Víctor Hugo, baja por lesión en la ida.
A pesar de la ventaja lograda en la ida, Palmeiras no se fía de Gremio.
Por su parte, Gremio llega confiado en darle la vuelta a la eliminatoria.
El equipo gaúcho se impuso por 2-1 el sábado al Athlético Paranaense en el Brasileirao, en un partido en el que el técnico Renato Portaluppi reservó a sus titulares.
La principal duda del Gremio está en el lateral izquierdo, tras la lesión que sufrió Bruno Cortéz en el partido de ida. En el caso de que no llegue a tiempo para la vuelta, su sustituto será Juninho Capixaba.
En ataque, la buena actuación el sábado del veterano Diego Tardelli le hizo ganar enteros para ser el delantero centro, en lugar de André.
La gran esperanza de Gremio seguirá siendo su estrella, el joven internacional Everton ‘Cebolinha’, que tras su gran Copa América que la seleçao ganó en casa, no fichó por ningún equipo europeo como se esperaba y sigue siendo el gran diferencial del conjunto Tricolor.
El partido se jugará a las 7:30 p.m. en el estadio Pacaembu de Sao Paulo debido a que el Allianz Arena, feudo del Palmeiras, tiene programados conciertos musicales esta semana.
En caso de victoria del Gremio por 0-1, el semifinalista se decidiría en la tanda de penaltis. Cualquier empate o victoria del Palmeiras clasifica al Verdao, mientras que los gaúchos se clasificarán si ganan marcando dos goles o más.
El encuentro será dirigido por el argentino Néstor Pitana, asistido en las bandas por sus compatriotas Hernán Maidana y Ezequiel Brailovsky.