Pasaron 416 minutos antes de volver a celebrar un gol, situación que ya se estaba tornando preocupante para la Selección Colombia y su cuerpo técnico, pero finalmente, cuando se aceptaba con resignación un empate 0-0 en el amistoso frente a Perú en el Hard Rock Stadim de Miami, apareció Alfredo Morelos y de frentazo acabó con la sequía.
El encuentro, de preparación para las eliminatorias al Mundial de Catar 2022 y la Copa América del próximo año en Colombia y Argentina, fue intenso, por momentos dio la sensación de que en juego estuvieran tres puntos vitales y con mayores aproximaciones a puerta por parte de los incas.
En los primeros 45 fueron, justamente, los dirigidos por Ricardo Gareca fueron los que tuvieron mayores posibilidades de abrir la cuenta, pero se encontraron con una verdadera muralla, el golero David Ospina, quien detuvo dos o tres balones que llevaban destino el fondo de la red.
El gol llegó sobre el minuto 93’, un premio al equipo que hizo más por la victoria en la segunda mitad, presionando en campo contrario, recuperando balones, aunque con un preocupante déficit ofensivo porque apenas se registraron dos tiros a arco antes del cabezazo de Morelos.
Pese al triunfo, los hombres dirigidos por Carlos Queiroz sintieron la ausencia de un talentoso como James Rodríguez, lesionado de la rodilla izquierda en el entrenamiento previo al choque en Miami, y rompieron una racha de cinco partidos sin ganar (cuatro empates y una derrota) y tres en línea sin anotar.
Mientras, los dirigidos por Ricardo Gareca mantuvieron su déficit de fútbol y siguen reportando una sola victoria en sus últimos cinco encuentros, pese a haber tenido opciones más claras de anotar en el Hard Rock Stadium en los pies del incansable Paolo Guerrero.
Más allá de la victoria, que es reconfortante para Colombia y cuyo gol le da alivio a los artilleros, que no convertían desde el amistoso frente a Brasil, quedan las conclusiones que puedan sacar los técnicos y en especial Queiroz.
El seleccionador portugués, que no ha podido contar con James Rodríguez desde la Copa América en julio pasado, con el goleador Falcao García ni con el artillero del Atalanta, Duván Zapata, seguramente está sacando provecho a esta situación para mirar alternativas y saber qué jugadores le pueden rendir en cada puesto.
A lo largo de la eliminatoria y en la misma Copa América es posible que tenga que acudir a uno o varios de los elementos con los que ha venido trabajando y tendrá la ventaja de saber qué le pueden ofrecer en sus planes de buscar el título del torneo continental y de clasificar a Catar.
El partido
El encuentro no resiste mayor análisis porque simplemente fue una prueba y la cantidad de variantes a los largo de los 90 minutos, solo permiten sacar conclusiones a los técnicos.
Colombia tuvo más el balón, pero no fue un reflejo del ADN que posesionó su fútbol, sino la respuesta al pedido de Queiroz de presionar con contundencia al rival para aprovechar un descuido y contragolpear.
La fórmula del portugués fue estéril. La Tricolor solo tuvo una aproximación de gol en los primeros 45 minutos: Juan Guillermo Cuadrado, reconvertido en interior, sacó un zurdazo que Gallese recogió sin problemas en el minuto 39.
Los hombres de Gareca, con un peso inferior sobre el papel, supieron menguar la falta de ideas colombianas pese a tampoco ir al frente en busca del gol; y pudieron inclinar la balanza a su favor en dos ocasiones aisladas.
Guerrero, protagonista de ambas, pudo certificar nuevamente su importancia como referente inca. En el minuto 23 intentó eludir a David Ospina, pero el arquero lo venció en el mano a mano y se quedó con la pelota.
Después, cobró un tiro libre a unos 25 metros del pórtico, y nuevamente Ospina envió providencialmente al córner. Si fuera por opciones de gol, Perú se hubiera podido ir al descanso venciendo, pero la falta de fútbol y ambición sentenciaba el 0-0.
Hasta ahora es claro que las ausencias de James o de Juan Fernando Quintero, quienes le dan manejo e ideas al equipo, son notorias. Juan Guillermo Cuadrado ha asumido ese rol, pero necesita socios. Ayer el de la Juventus aportó pero el talento del polivalente futbolista no bastó.
De hecho, de una entrada fallida suya, los peruanos tejieron un contragolpe, en el 52’, que resultó en la pierna derecha de Cristian Benavente. El volante la chocó con el travesaño. Y el marcador se mantuvo igual dos minutos después, en una transición cafetera que controló Gallese tras un duro disparo de Morelos.
A medida que corrían los minutos, era más notoria la falta para Colombia del madridista James. Y no solo por el juego en sí, sino por las estadísticas: la Tricolor no ganaba desde el 19 de junio, cuando venció 1-0 a Catar.
Pero un cabezazo aislado de Morelos tras un tiro libre, que dificultó a Gallese, se embocó cuando el árbitro se aproximaba a pitar el final. Y le dio un respiro a Queiroz, a quien se le dificulta recobrar el espíritu e ímpetu que situó a los colombianos como uno de los mejores 10 equipos del mundo.
Gareca, en tanto, prende velas para que el regreso de los ausentes Christian Cueva y André Carrillo le iluminen un camino a seguir.
Colombia enfrentará el martes a Ecuador en Miami, en tanto que Perú busca a un rival para la última fecha FIFA del año tras la cancelación de Chile para el preparatorio de ese mismo día en Lima por la crisis social y política que vive el país austral.
Por ahora la tranquilidad el golero David Ospina, quien no es titular habitual en el Nápoles, pero responde con creces en la custodia del arco nacional. También el momento que vive Yerry Mina, seguro por arriba y a ras de piso y se vio algo que se esperaba, a Santiago Arias, quien continuamente fue al ataque, lo hizo con criterio y aportó. Lo demás, emergieron nombres como el de Steven Mendoza o Stiven Alzate, quienes algo mostraron.