El director de carrera Thierry Gouvenou guarda el secreto sobre los detalles del trazado de la próxima edición de la Grande Boucle, que se presentará el martes en París. "Casi no vamos a salir de la montaña, media o alta, es el espíritu general de este Tour", adelantó a la AFP.
Encargado de buscar las novedades en el terreno y dar continuidad a las grandes líneas marcadas por el director del Tour Christian Prudhomme, Gouvenou es la persona indicada para hablar de las diferencias entre la edición de 2019 y la de 2020: "En términos de dificultad general, será casi idéntica. El desnivel total, será incluso superior".
Sin ofender a los locos de los datos y de las estadísticas, el desnivel no es el valor más importante. "Es un índice entre otros", señaló Gouvenou. "En 2020 vamos a acumular mucho desnivel en etapas que no son recorridos de alta montaña", añadió.
El año pasado el total esperado (antes de la modificación sobre la marcha de las etapas de Tignes y Val Thorens debido a las tormentas) era de 54.000 metros, muchos más que la edición de 2018 y sus 45.000 metros. ¿Será el próximo Tour una nueva etapa en la carrera de los récords?
'Dos años que se salen de lo ordinario'
"Es solamente la oportunidad de salir desde el sur de Francia. Desde el segundo día proponemos algo duro", explicó Gouvenou: dos puertos importantes (La Colmiane y Turini) de unos 15 kilómetros, distanciados de la meta, otro más corto (Eze) en el final. Ningún Tour contemporáneo se había atrevido a entrar tan rápido en materia.
¿Este panorama provocará que los velocistas se desanimen? "No, aunque hay muy pocas etapas completamente llanas", dijo el director de carrera. "Habrá algunas en que los esprinters podrán llegar al final y pelear por el triunfo, pero nunca será fácil", añadió.
"2019 y 2020 son claramente dos años que se salen de lo ordinario, con dos Tours muy inclinados al sur. El año próximo entraremos en una nueva secuencia. Sabemos muy bien que vamos a regresar a recorridos más clásicos, con el llano y terrenos moderadamente montañosos", avisó.
¿La razón? En primer lugar, la salida, fijada en Copenhague para 2021. "Salir de Dinamarca significa tener tres días de llano", avisó Gouvenou.
Terreno de Egan
Salida de Niza el 27 de junio, llegada a París el 19 de julio. Entre las dos ciudades la incertidumbre, antes de que se desvele oficialmente el recorrido del Tour de Francia 2020, que buscará dar continuidad a la formidable edición ganada en 2019 por Egan Bernal.
El primer colombiano en el palmarés de la más importante carrera ciclista del mundo y su compañero en el Ineos Chris Froome, ganador de cuatro ediciones y baja en la última por una grave caída, descubrirán en vivo las 21 etapas, en una presentación que tendrá lugar en el Palacio de Congresos de París .
También estarán los franceses Julian Alaphilippe, dinamitador de la carrera en julio, Thibaut Pinot y Romain Bardet, eternas esperanzas de victoria en el país anfitrión.
Por el momento se conocen dos etapas, las dos primeras, en Niza y sus alrededores. El director de la carrera, Christian Prudhomme, quiere una carrera animada y llena de emociones.
"Hemos retenido las lecciones de 2019 y de los recorridos un poco picantes", afirma Thierry Gouvenou, encargado del trazado de los últimos Tour.
¿Para favorecer a algún corredor? "No", corta el director de carrera, "para el interés de la prueba". "Los organizadores proponen, los corredores disponen", señala el refrán.
"Si el Tour de 2019 fue tan bonito, fue gracias a los ciclistas", señaló a finales de julio Christian Prudhomme, consciente de los límites de su poder en el desarrollo de la carrera.
"Las grandes líneas ya estaban decididas antes del último Tour", desvela Thierry Gouvenou. "A finales de junio, a nivel de ciudades y pueblos estábamos al 90%. Pero no sabíamos si tendríamos 25 o 30 puertos", añade.
¿Dictarán sentencia de nuevo Los Alpes?
Algunos nombres de las urbes de donde saldrá o llegará la carrera han sido citados por los medios regionales (como Sisteron, Privas o Millau), en lo que parece que será un recorrido que dibuje un arco mediterráneo, con una llegada inédita al Mont Aigoual, el observatorio meteorológico que domina Gard, a la entrada de Cevennes.
Previsiblemente los Pirineos también se abordarán, antes de la primera jornada de descanso, en la costa de La Rochelle, muy cerca de la isla de Ré.
Siguiendo el ejemplo del Macizo Central (sin duda se pasará por el Puy Mary), se impulsará un paisaje natural con carreteras accidentadas y tramposas, que favorezcan una carrera viva, con la media montaña siendo protagonista.
Normalmente también estarán el Jura y los Vosges, otros dos macizos que los organizadores han intentado explorar mejor en los últimos años, con las ascensiones simbólicas del Grand Colombier y La Planche des Belles Filles.
Pero será en Los Alpes, normalmente escenario de la tercera semana, donde se programarán las subidas más importantes. Grenoble podría regresar al mapa del Tour, tras un paréntesis de varios años. La hipótesis de una novedad espectacular también ha sido mencionada.
En cada rincón Prudhomme y Gouvenou buscan lo inédito para romper con la rutina y con las tácticas defensivas de los equipos. A menudo optan por pendientes pronunciadas que sirven para los atacantes. Un regalo para escaladores como Bernal o ciclistas explosivos del tipo Alaphilippe. /AFP