Cifras que dan vértigo e incluso mal de altura: 146 millones de euros de pérdidas anuales y 560 en el último lustro. El Milan, antiguo gigante del fútbol europeo, une a las dificultades económicas su lamentable situación deportiva, muy cerca de la zona de descenso.
"Hemos heredado un club que hemos salvado de la ruina, lo que habría significado el descenso a Serie D", señaló a mediados de octubre Ivan Gazidis, administrador delegado del Milán, provocando la ira de los tifosi del gran club lombardo, así como de algunos de sus antiguos dirigentes.
"Son cosas que no se pueden decir. O si se quieren decir, lo tenemos que hacer tras cerrar la puerta", señaló Silvio Berlusconi, 30 años como presidente del Milan y cinco Ligas de Campeones.
La realidad muestra a un club a la deriva en su administración económica, que no podría sobrevivir sin la inyección masiva de fondos por parte de sus propietarios. De Berlusconi pasó a manos del misterioso empresario chino Yonghong Li y hoy pertenece al fondo estadounidense Elliott.
En 2014 el Milan perdió 91 millones de euros, 89 en 2015 y 75 en 2016. Las pérdidas continuaron con 32 millones en el primer semestre de 2017 antes de la gran caída: 126 millones en la temporada 2017-18 y 146 en el curso 2018-19.
La situación fue sancionada por la UEFA que, tras un acuerdo con el club, le excluyó de la Liga Europa, a la que se había clasificado tras quedar quinto el año pasado.
Con 560 millones de pérdidas en el último lustro, el club rossonero está a años luz de los criterios del fair play financiero, la regla de la UEFA que obliga a no gastar más de lo que se ingresa, y que prevé un déficit máximo de 30 millones en tres años.
La masa salarial
Para hacer frente a la situación, Elliott tuvo que inyectar 265 millones de euros de junio de 2018 a junio de 2019, señaló este lunes Paolo Scaroni, presidente del club, en la asamblea general de accionistas.
"El club es ahora estable", señaló Gazidis. Pero, ¿cómo un gigante de la talla del Milan, 18 veces campeón de Italia y siete veces rey de Europa, se ha podido encontrar en esta situación de urgencia?
El principal problema es que vive todavía como un gran club cuando no disputa la Liga de Campeones desde el curso 2013-14. Dicho de otra forma, vive por encima de sus medios.
Con resultados deportivos mediocres, el club ha visto su cifra de negocios establecerse alrededor de los 250 millones euros anuales en las últimas temporadas, mientras que la Juventus supera los 600 y el Inter, vecino y rival, ha superado los 400.
En el curso 2018-2019 los ingresos han bajado de 255 a 241 millones. Al mismo tiempo, los gastos no dejan de aumentar.
"Tenemos pérdidas porque nuestra masa salarial es muy alta. Debemos cambiar y poner esta masa salarial bajo control", añadió Gazidis.
Proyecto de nuevo estadio
Desde este punto de vista, los últimos mercados de fichajes, gestionados por los dúos Fassone-Mirabelli y Leonardo-Maldini, han pesado, con salarios altísimos, como los de Bonucci, Higuaín o Bakayoko, o fichajes de 40 millones de euros, como el de Piatek y el de Paqueta. Estas operaciones son difícilmente compatibles con la realidad de la clasificación.
Además, el Milan cuenta con Donnarumma, el portero mejor pagado de Italia, e incluso el español Pepe Reina, cuarto en esta clasificación, es su suplente. En total el club rossonero paga 10 millones de euros anuales a sus porteros, por 7,3 de la Juventus, 4 del Inter y 3 del Nápoles, tres equipos 'Champions'.
Para encontrar el equilibrio económico, el proyecto de nuevo estadio para los dos clubes de Milán es una de las principales medida.
"Todos los grandes clubes europeos tienen ingresos en los estadios superiores a los 100 millones de euros. Para el Milan y el Inter es de 34 millones", recordó Scaroni.
Pero el club también quiere "invertir en jóvenes futbolistas y llevarlos al primer nivel", dijo Gazidis.
Para ello, como todos los grandes del Viejo Continente, el camino pasa por la Champions. Actual 13º de la Serie A y ya con un cambio de entrenador, el Milan parece todavía demasiado lejos.
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