La presión y la ansiedad son factores que acompañan a los hinchas de Boca Juniors en los últimos tiempos. La suerte nunca estuvo de la mano de los bosteros, que vieron a River Plate alzarse en lo más alto de América y necesitan una alegría de peso mayor. Estrenando la dupla presidencial, Jorge Amor Ameal - Juan Román Riquelme, los xeneizes le apuestan a volver a su máximo desempeño y dominar, tanto a nivel local como en el plano internacional.
Boca Juniors inicia un nuevo ciclo en este 2020 con un sabor cafetero en sus filas. Tres colombianos, de momento, integran la plantilla de los xeneizes, otros dos podrían vestir la camisa del azul y oro de acuerdo a la solicitud de Miguel Ángel Russo y de la directiva del club, integrada por Jorge “El Patrón” Bermúdez, histórico del plantel tricampeón de la Libertadores con la escuadra en la era de Carlos Bianchi.
Entretanto, Frank Fabra, Jorman Campuzano y Sebastián Villa se encuentran en la nómina del conjunto argentino que pretende dar con el anhelado título de Copa Libertadores, esquivo desde el 2007. Sebastián Pérez terminó su préstamo con el Barcelona de Guayaquil y debe regresar a Buenos Aires. Por su parte, Juan Román Riquelme quiere a Edwin Cardona otra vez en La Bombonera.
Boca es un equipo que siempre fue amigo de los colombianos. Recordemos que en la mejor época del conjunto Óscar Córdoba, Mauricio ‘El Chico’ Serna y Bermúdez se transformaron en piezas claves para el funcionamiento del plantel. Anteriormente, Wilmar Barrios se ganó el cariño de la afición con su entrega y precisión a la hora de cortar los balones. Infortunadamente, con Gustavo Alfaro, los tres cafeteros del club perdieron protagonismo y eran utilizados como alternativa, quizás, Sebastián Villa, tuvo más minutos que sus compañeros. Con la llegada de Russo, podrían cambiar las cosas.
Un 10 necesario
Cuando Russo conquistó la Libertadores con los bosteros contó con una nómina de ensueño integrada por jugadores como Martín Palermo, Rodrigo Palacio, Éver Banega, Mauricio Caranta y compañía. Uno de los factores que marcó la diferencia en esa plantilla fue la presencia de Juan Román Riquelme, volante ofensivo que regresó a Argentina luego de un paso con altas y bajas en España.
Ahora como directivo, Riquelme sabe que Russo utiliza un 10 en su esquema y por esa razón quiere a Cardona en el sistema de juego. La pegada de media distancia junto con la potencia del ex Nacional lo convierte en uno de los deseos de la junta directiva.
Por otra parte, el cuerpo técnico se mostró conforme con la nómina del equipo. Recién se topó por segunda vez con La Bombonera, Russo especificó que la plantilla de la escuadra es buena y que solo pidió dos refuerzos para afrontar lo que resta de Superliga.
Al parecer, Russo quiere mantener la base que le dejó Alfaro aunque su estilo es totalmente ofensivo. Precisamente, una de las acciones que le alegaban los hinchas a Boca era su forma de analizar los encuentros. El esquema defensivo implementado por Alfaro no gustó y no dio resultado, la afición espera ver de nuevo ese equipo que ilusiona con su magia y capacidad para llegar al área contraria.
La salida de Frank Fabra al igual que la velocidad de Sebastián Villa lograrían darle a Boca dos piezas muy útiles en zona de ataque, ambos podrían tener un espacio. En ese caso, el que menos minutos gozaría es Jorman Campuzano pues el mediocampo no tuvo casi modificaciones además del retiro de Daniele De Rossi.
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JORMAN CAMPUZANO podría tener continuidad en Boca Juniors con la llegada al banco técnico de Miguel Ángel Russo./Boca Juniors