“No se pueden sacrificar vidas humanas por eso”: ante la pandemia del coronavirus, los japoneses son cada vez más escépticos sobre el interés de mantener cueste lo que cueste los Juegos Olímpicos el próximo verano.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, aseguró de nuevo que Tokio albergará los Juegos Olímpicos como estaba previsto, a pesar de las dudas crecientes suscitadas por la propagación del Covid 19, que ya ha causado la anulación de numerosos eventos deportivos en el mundo.
Japón cuenta relativamente con pocos casos de infecciones por coronavirus, con 814 contagios y 24 fallecidos registrados. Pero los habitantes de Tokio comienzan a recelar de la llegada de visitantes extranjeros.
“Aunque Japón logre remontar esta crisis, no deberíamos recibir visitantes del mundo entero”, estima Koki Miura, de 27 años, empleada en una empresa de servicios por internet, entrevistada en las calles de Tokio.
“Creo que sería preferible dejarlo pasar”, añade, sugiriendo un aplazamiento en lugar de una anulación total. “No podemos sacrificar la vida de personas para eso”.
“Personalmente, creo que sería preferible aplazar los Juegos un año, como sugiere el presidente (de Estados Unidos) Trump. Miren el pánico actual”, lanza Masao Sugawara, un jubilado.
En un sondeo ante 1.000 personas publicado ayer por la agencia de prensa japonesa Kyodo, el 69,9% de las personas preguntadas dijeron que no creían que Tokio pueda albergar los Juegos en las fechas previstas (24 de julio-9 agosto).
Otra encuesta de la cadena de televisión pública NHK realizada del 6 al 9 de marzo indica que el 45% de los japoneses se oponen al mantenimiento de los Juegos, mientras que el 40% está a favor.
La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, declaró la semana pasada que era "impensable" la anulación de los Juegos.
La decisión final corresponde sin embargo al Comité Olímpico Internacional (COI), que planea seguir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
El presidente del COI, Thomas Bach, analizará la situación el martes en una conferencia telefónica con las federaciones deportivas internacionales, confesaron varias fuentes coincidentes.
A la espera, en una respuesta, el COI indicó que su posición “no ha cambiado”.
“A 19 semanas -la ceremonia de apertura es el 24 de julio- las numerosas medidas tomadas en el mundo por las autoridades nos dan confianza y nos permiten permanecer confiados en organizar los Juegos para reunir al mundo entero en la paz”, aseguró el COI.
La institución declaró igualmente “estar orgullosa de la solidaridad y de la flexibilidad” que muestran los deportistas, las federaciones internacionales y los comités nacionales olímpicos (CNO) frente a “los desafíos que implica la clasificación en numerosos deportes”.
El COI “coopera estrechamente” con todos los actores implicados y “demuestra toda la flexibilidad necesaria para adaptar los sistemas de clasificación” a los Juegos, subrayó.