Están invictos, con puntaje perfecto y tienen las mejores delanteras. Todo está servido para que Brasil y Argentina galopen en el cuadrangular final del Preolímpico Sudamericano Sub-23 que empieza el lunes en la ciudad colombiana de Bucaramanga.
Los máximos rivales futboleros de Sudamérica llegan como favoritos absolutos para quedarse con los dos boletos a Tokio-2020 ante las irregulares Colombia y Uruguay, sedientas de sorprenderlos en su aspiración olímpica.
Las cuatro selecciones se batirán entre sí en la calurosa Bucaramanga (noreste), a medio millar de kilómetros de Pereira y Armenia, donde se jugó la fase de grupos. Los dos primeros obtendrán los pases a Tokio-2020.
Irregularidad
La irregularidad es el sello de Colombia y Uruguay.
Con la ventaja de ser apoyada en masa por su público, Colombia llega a la última instancia mareada por sus dudas.
La inseguridad de su arquero Esteban Ruiz contrasta con el brillo del mediocampista Jorge Carrascal. El hombre del River Plate argentino es el goleador del torneo con tres anotaciones junto al brasileño Pepe y el boliviano Víctor Abrego, y pelea con Mac Allister y Pedrinho el rótulo del mejor jugador del torneo.
Con futbolistas experimentados en ligas locales y foráneas, Arturo Reyes no ha logrado engranar un equipo que exhiba una identidad futbolística clara.
"Hay que mejorar algunas cosas (...) y ahora, a pelear los Olímpicos", afirmó el extremo Edwuin Cetré.
El Uruguay de Gustavo Ferreyra, en tanto, parece cortado por la misma tijera que el anfitrión.
Los charrúas vencieron 1-0 a Paraguay y Perú, pero cayeron 3-1 con Brasil y 3-2 con Bolivia.
El delantero Diego Rossi, revelación de la MLS con Los Ángeles, es una pesadilla para los zagueros rivales pero aqueja falta de socios.
Y la defensa de Ferreyra, uno de los estandartes históricos del balompié uruguayo, ha flaqueado: seis goles en cuatro salidas, con errores del arquero Ignacio de Arruabarrena.
El entrenador uruguayo aseguró que esperaba "bastante más del equipo en cuanto al juego y el funcionamiento", aunque también destacó "la rebeldía de los jugadores por poder sobrepasar una situación complicada".