Asombroso, brillante y creativo: a sus 19 años, Juan Martín Clavijo reinventa el Volteo, disciplina ecuestre donde el jinete realiza acrobacias sobre un caballo al galope. El colombiano, que sueña con convertirse en doctor, destacó en la Copa del Mundo con un tema duro, la esclavitud.
Erguido, con mirada franca, Clavijo se expresa sin problemas en español, en inglés o en alemán. El colombiano ganó el sábado, en Saumur (Francia), la prestigiosa final de la Copa del Mundo de Volteo. En su primera participación.
Nunca en la historia de la equitación, un colombiano había alcanzado ese nivel. Aunque ya había destacado. En 2015, fue el primer campeón del mundo juvenil, antes de volver a serlo en 2017. Tierra de fútbol y de ciclismo, Colombia está feliz con este nuevo logro deportivo.
"Para Colombia, es muy importante que haya ganado. El Volteo está desarrollándose un poco en mi país, pero nadie sabe todavía verdaderamente qué es", señala a la AFP el joven deportista de Cundinamarca, sobre el que se precipitaron varias decenas de aficionados tras el anuncio de su victoria.
"Lo que yo hago, es una mezcla de gimnasia y de danza sobre el lomo de un caballo", añade el sudamericano, de una rara flexibilidad y grandes cualidades artísticas, a imagen de su programa con el que trató de "mostrar el sufrimiento de los esclavos".
Juan Martín Clavijo descubrió esta especialidad cuando tenía cinco años, siguiendo los pasos de su hermana Silvia, tres años mayor que él y apasionada de los caballos, en un club de Volteo cerca de su casa.
- Curiosidad y enamoramiento -
"Primero tenía curiosidad y después me enamoré de este deporte", cuenta el volteador, que aprendió todo con el mismo caballo, comprado por su madre, pero que murió el año pasado.
Ahora sigue evolucionando con un nuevo caballo, comprado en Suiza, donde montó su base de operaciones esta temporada para descubrir otra cultura.
"Es uno de los raros volteadores que existen en este planeta que llega a comprender el trote de un caballo en pocos segundos y transcribir en esas circunstancias todo lo que quiere hacer", afirma el francés Nicolas Andreani, campeón del mundo en 2012.
"No se veían para nada colombianos en la disciplina antes de él. Desde que apareció, ha despertado a Colombia, que ha tomado conciencia de que el Volteo puede traer medallas. Colombia es un país con el que habrá que contar en los próximos Juegos Ecuestres Mundiales", añade el triple vencedor de la Copa del Mundo.
La Federación Ecuestre de Colombia, que hasta ahora solo contaba con un jinete que despuntaba, en salto de obstáculos, con Carlos Martínez, ha puesto los medios tras la primera medalla de oro en 2015 de Clavijo. Y ha fichado por ejemplo a la francesa Sandra Tronchet.
En Saumur, había diez volteadores colombianos inscritos, de los 120 con que cuenta el país.
Juan Martín Clavijo, que piensa ya en un futuro como quiropráctico cuando deje de participar en equitación, es su modelo.
"Usted puede darle un burro, una cabra o cualquier animal de cuatro patas a este chico, que hará lo que quiera", señala Andreani, para quien el joven colombiano es uno de los volteadores que hará crecer la disciplina.