En el país ha crecido tanto su práctica, que ya tiene medalla dorada en parapanamericanos y un subtítulo mundial
Se practica de forma individual, por parejas o equipos, sobre una pista rectangular en la que los jugadores tratan de lanzar sus bolas lo más cerca posible de la pelota blanca que sirve de objetivo, a la vez que intentan alejar las de sus rivales, en un ejercicio continuo de tensión y precisión.
Así es el boccia, un deporte que reúne una compleja combinación de táctica y habilidad y cuyos orígenes se remontan a la Grecia Clásica.
En Colombia ha tenido un importante desarrollo y ya suma logros internacionales como un oro en los parapanamericanos y un subtítulo mundial.
Uno de sus practicantes es Jesús Romero, quien era el mejor gimnasta del país hasta que un accidente, en 2002, lo dejó con movilidad reducida. Parecía ser el fin de una brillante carrera, pero el deporte le tenía un nuevo camino por descubrir. Conoció el boccia y su espíritu competitivo, inquebrantable terminó llevándolo a ser campeón paranacional.
Si se buscara entonces un sinónimo de esta disciplina del deporte paralímpico, perfectamente podría ser: oportunidad. Su nombre proviene de la palabra italiana bocce, como se le denomina al juego del que fue adaptado en los años 70 para personas con discapacidad motora como parálisis cerebral, lesión cerebral o discapacidad física severa.
Este deporte, que se ha convertido en una opción de vida para las personas con discapacidades motoras severas, fue incluido oficialmente en el programa de los Juegos Paralímpicos de Nueva York en 1984.
A simple vista, el modo de juego parece sencillo, pero en realidad es una disciplina que requiere de mucha estrategia, precisión y habilidad mental.
El juego para sus clasificaciones individuales consta de cuatro mangas y una de ellas corresponde a los lanzamientos de las 12 bochas de los dos participantes. Para las clasificaciones grupales se compite de a seis.
Como es común en los deportes del sector paralímpico, en boccia se aplican diferentes tipos clasificación, las cuales buscan la mayor equidad en cuanto al tipo de discapacidad: BC1 y BC4 son categorías individuales; en BC3 y BC4 se compiten en pareja y en equipos de tres jugadores para BC1 y BC2; todas ellas sin distinción de género.
Boccia hace parte del ciclo paralímpico y llegó a Colombia en el año 2000. Su desarrollo ha sido tal, que en 20 años de práctica, ya ha brindado logros importantes al país, como la medalla de plata obtenida por Euclides Grisales en el Campeonato Mundial de Liverpool, Inglaterra, en 2018, y la medalla de oro en los Juegos Parapanamericanos, Lima 2019, en categoría BC4, conseguida por el equipo conformado por Diván Cely, Leidy Chica y el propio Grisales.
En la actualidad, el país cuenta con un gran número de deportistas practicantes de boccia. Muestra de ello, fue la participación de 98 atletas en los pasados Juegos Paranacionales de Bolívar 2019, en los que el Valle del Cauca alcanzó la mayor cantidad de medallas con dos oros, igual número de platas y un bronce, seguido por las delegaciones de Boyacá y Bogotá.