El Barcelona buscará hoy en el Estadio Da Luz de Lisboa el pase a las semifinales de la Liga de Campeones, un billete que se presenta caro para los de Quique Setién ya que se miden seguramente al señalado por todos como el gran favorito, el Bayern Múnich alemán.
Los dos únicos campeones de Europa que han alcanzado esta 'Final a Ocho' se dan cita en el duelo más atractivo de esta antepenúltima ronda. Sólo uno quedará en liza en busca de su sexta Copa de Europa, un trofeo del que han estado ambos alejados en los últimos años, el campeón de la Bundesliga en buena parte por culpa de los equipos españoles, sus verdugos en cinco de las últimas seis ediciones desde que levantase por última vez la ‘Orejona’ en 2013.
Menos tiempo hace que el conjunto catalán alza este trofeo, en 2015, precisamente una temporada en la que apeó al equipo bávaro en las semifinales, con aquel recordado regate de Leo Messi a Jerome Boateng en la ida del Camp Nou, saldada por 3-0. Sin embargo, desde aquella fecha, los blaugranas han estado 'malditos' en la competición, con ‘noches negras’ en Roma y Liverpool, esta última en la única ocasión desde la conquista en el Olympiastadion de Berlín que pudo alcanzar las semifinales.
Además, al contrario que en años anteriores, el parón por el coronavirus ha provocado que el Barça llegue a Lisboa con muchas más presión de la que ya le parece generar la Champions. Tras un año sin títulos, en la capital portuguesa intentará no firmar un año en blanco que no pasa desde la campaña 2007-2008, aunque también tiene el plus de proclamarse por sexta vez campeón de Europa que haría olvidar todos los disgustos.
El equipo de Quique Setién solventó su partido pendiente de octavos de final ante el Nápoles sin una excesiva mejoría en su juego y con ciertas concesiones en la zona defensiva, una debilidad que debe esmerarse en mejorar porque delante tendrá al mejor '9' del momento, un Robert Lewandowski que entre Bundesliga y Champions ha sumado 47 goles, 34 y 13 respectivamente
El polaco, al que sólo un gran Ciro Immobile le ha arrebatado la Bota de Oro, está en un extraordinario estado de forma y es la punta de lanza de un equipo que siempre mira hacia la portería contraria, con peligro por los costados. Lewandowski vivirá uno de los muchos duelos particulares que tiene el encuentro, en su caso con Leo Messi, al que en Múnich no olvidan por los estragos que hizo en la última vez que se vieron las caras.
Ante un rival que ofrece resquicios, el Bayern tiene claro que frenarle les acercará a una victoria que desde su entorno exterior incluso se han atrevido a ver muy probable salvo un mal día.
Otro duelo es el de las porterías, donde estarán Manuel Neuer, en la alemana, y Ter Stegen, en la española. Los dos porteros que se han disputado los últimos años la portería de su selección, con cruce de declaraciones incluido, aunque Joachim Löw siempre se ha decantado por el meta del Bayern.
Quique Setién tiene la buena noticia de volver a contar con Sergio Busquets y Arturo Vidal, ambos ausentes por sanción ante el Nápoles, lo que le permite abrir el abanico de posibilidades para plantear el duelo ante un rival que también querrá el balón y que cuenta con mucho poderío físico, aunque ahí perderá a uno de sus mejores jugadores de la temporada como Joshua Kimmich, obligado a jugar de lateral por la lesión de Benjamin Pavard.
Lo que sí parece claro es que el Barcelona tendrá que firmar un partido sobresaliente para romper las apuestas y dejar fuera al Bayern, el único de los ocho que está en Lisboa que lo ha ganado todo hasta ahora en esta Champions y en todo lo que ha jugado en 2020, y que viene de hacerle un 7-1 al Chelsea.