El Barcelona ganó 1-0 en el campo del Manchester United este miércoles en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones, para encarar con ligera ventaja el segundo encuentro de la eliminatoria la próxima semana.
El defensa del United, Luke Shaw hizo en propia puerta el gol del Barça (12), que dominó el encuentro disputado en Old Trafford.
El equipo azulgrana impuso su toque de balón ante un equipo local, que intentó imponer un juego más físico, presionando la salida del Barça.
Con un United defensivo de entrada, cerrado por el centro, el Barcelona buscó sus oportunidades por las bandas, especialmente por la izquierda, donde aparecían una y otra vez Jordi Alba y Philippe Coutinho para intentar conectar con Leo Messi y Luis Suárez.
- Gol con suspense -
El astro argentino, muy activo, inició la jugada del gol pasando un balón desde la izquierda al otro palo, donde apareció Suárez para cabecear casi sin ángulo un balón que Shaw acabó introduciendo en su portería (12).
Anulado inicialmente por fuera de juego, el árbitro acabó dando el tanto tras revisión del videoarbitraje.
El gol pareció servir de revulsivo para el equipo local, que adelantó líneas y más por empuje que por juego, empezó a llegar al área de Marc-André Ter Stegen, beneficiado por algunas imprecisiones del Barça ante la presión rival.
Ashley Young con un disparo demasiado cruzado (21) y Marcus Rashford con un remate ligeramente alto (22) dieron sendos sustos.
Tras unos minutos de sufrimiento, el Barça, con Sergio Busquets haciendo un buen trabajo de control en el centro del campo, volvió a calmar el juego, antes de contar con otras dos claras ocasiones.
Coutinho puso a prueba a De Gea con un disparo a bocajarro (36), antes de que un disparo de Luis Suárez a la media vuelta se fuera algo cruzado (45) dando paso al descanso.
El uruguayo sigue con su especial maldición en la Liga de Campeones, donde esta temporada aún no ha visto puerta y lleva ya más de tres años sin marcar en Champions lejos del Camp Nou.
- El United aprieta -
A la vuelta del descanso, el Manchester United salió con más intensidad, presionando y dificultando la salida del Barça, muy encerrado en su área y que multiplicaba las imprecisiones en los pases.
El Barça sufría para defender los balones colgados al área que metían los locales, dominadores por alto.
Con su equipo en dificultades, Valverde decidió meter músculo en el centro del campo retirando a Coutinho y Arthur dando entrada a Arturo Vidal y Sergi Roberto (66).
Un minuto antes, Suárez había logrado penetrar en el área, pero su disparo se fue al lateral de la red (65).
Poco a poco, con pases cortos y más precisos, el Barça fue recuperando el control del encuentro ante un United que también empezó a acusar el esfuerzo desplegado sobre todo en el inicio del segundo tiempo.
El Barcelona volvió a buscar sus oportunidades por las bandas, aprovechando la frescura de Sergi Roberto para llegar por la derecha.
Una de esas internadas acabó con una falta al borde del área, botada por Messi, que a punto estuvo de sorprender por bajo a De Gea (82).
En los últimos minutos, el United gastó sus últimos cartuchos colgando balones al área en un busca de un gol que no llegaría.