El clasificado Gremio terminó líder del Grupo E en la Copa Libertadores-2020 al empatar (1-1) en el último suspiro este jueves con América de Cali en Brasil, un resultado que dejó a los colombianos fuera de la competición y sin opciones de disputar la Sudamericana.
El tricolor gaúcho de Renato Portaluppi rescató un punto del encuentro, disputado en el estadio Arena do Gremio, en Porto Alegre, con un gol de Diego Souza de penal en el minuto 90+10.
Los Diablos Rojos del argentino Juan Cruz se habían ido adelante en el marcador con un autogol del zaguero Walter Kannemann (53), minutos después de que el portero venezolano Joel Graterol le atajara un penal al brasileño Robinho. El defensor argentino fue expulsado en el 90+2.
Con el empate, Gremio, que clasificó a octavos de final en la jornada anterior, aseguró la punta del Grupo E, con 11 puntos. Su archirrival Inter, que perdió 2-1 con Universidad Católica en Chile, sostuvo la segunda posición, con ocho, y también pasó de ronda.
Los chilenos, con siete, le arrebataron in extremis la plaza de la Sudamericana al campeón colombiano, que cerró la zona con seis unidades.
Sin ambición
Fue aburrido, lento, sin ambiciones. El tricolor gaúcho tramitó los primeros 45 minutos con la tranquilidad de quien se sabe clasificado.
Con un ojo en Arena do Gremio y el otro en Santiago, los brasileños administraron el tiempo según la posición que iban ocupando en el cuadrangular.
El regreso de la dupla titular de centrales, Kannemann y Geromel, tras un año de ausencia en la Libertadores, dio solidez a la saga, pero la garantía en la defensa no motivó a los atacantes para inquietar a Graterol.
Un remate desviado, en un tiro libre ejecutado por Lucas Silva, fue la única intentona de sacudir el marcador en la primera parte.
Por el otro lado, aunque las posibilidades de pasar de ronda eran mínimas, existían. Aparte de haber ahogado la salida de Gremio en los minutos iniciales, el campeón de Colombia pareció rendido a su destino y confiado en que la Católica no venciera en Chile, con lo que al menos garantizaba andar internacional en la Sudamericana.
Salvo la voluntad del desequilibrante Duván Vergara, que si engrana una carrera es difícil de detener, los Diablos Rojos lucieron más preocupados por cuidar la figura táctica y evitar un gol en contra que por poner en riesgo la plaza del Inter.
Doble dolor
Las duchas del Arena do Gremio despertaron a ambos, que regresaron en otra tónica.
Los locales tuvieron empuje hasta forzar un penal en el área americana, tras un choque de Luiz Fernando con el zaguero Marlon Torres. Robinho cobró a la derecha del portero venezolano, que adivinó la ruta del balón y propició un contragolpe para los suyos.
Vergara metió una pelota al área y el argentino Kannemann mandó la pelota dentro de su propio arco, en la primera opción de gol visitante.
La anotación envalentonó a los colombianos, que a base de actitud y del talento de Vergara inclinaron la cancha a su favor.
Con el extremo siempre como referente, América siguió intentando ampliar la ventaja a la espera de una ayuda chilena que no llegó, y en cambio terminó sacándole la plaza.
Gremio volcó el juego a su favor en los últimos minutos, pese a que Kannemann salió expulsado por doble amonestación en el 90+2.
Cuando la suerte parecía echada, Edwin Velasco cometió mano dentro del área. El juez decretó penal y Souza desnudó el mal momento de los clubes de Colombia: ninguno de los tres que participó en la fase de grupos pasó a octavos.
América sentía la eliminación de la Libertadores pero festejaba el paso a la Sudamericana. En el último suspiro se quedó sin nada.