Estados Unidos anunció que cesará de deportar a jóvenes indocumentados que llegaron al país con menos de 16 años, que no tienen antecedentes criminales y que cumplen con criterios académicos o que sirven en el Ejército.
Esos jóvenes gozarán de dos años de amnistía y podrán solicitar permisos de trabajo, explicó el comunicado del Departamento de Seguridad Interior (DHS), citando a la secretaria Janet Napolitano.
Este cambio de estrategia en materia de deportación, a pocos meses de las elecciones presidenciales, atiende uno de los principales reclamos de organizaciones de defensa de los indocumentados en los últimos años.
Numerosos intentos para legalizar la situación de los jóvenes indocumentados que llegaron a Estados Unidos involuntariamente, acompañando a sus padres o familiares, han fracasado en los últimos años en el Congreso.
"Con vigencia inmediata, ciertos jóvenes que entraron en Estados Unidos siendo niños jóvenes, que no presentan un riesgo para la seguridad nacional ni para la seguridad pública y que cumplen con varios criterios clave serán considerados para recibir alivio contra la deportación o contra el inicio del proceso de deportación", explicó el texto.
Los individuos deberán demostrar que han residido en Estados Unidos en los últimos cinco años y que están presentes a la hora de publicar el memorando, detalló el DHS.
También deberán estar inscriptos en la escuela, o demostrar que se han graduado de secundaria u otro certificado similar.
La medida de hecho también puede beneficiar a "un veterano que ha sido dado de alta con honores de los Guardacostas o las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos", detalló el texto.
El máximo de edad para acogerse a esta amnistía temporal es 30 años.
En Estados Unidos viven unos 11,5 millones de indocumentados. Bajo la presidencia de Barack Obama se han deportado una cifra récord, más de un millón en los últimos tres años.