Dependería apertura política en Cuba de militares | El Nuevo Siglo
Lunes, 4 de Marzo de 2013

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) serán el pivote de una apertura política en Cuba, debido a su implicación con la vida nacional y ser "la institución más fuerte, cohesionada y profesional del actual sistema", sostuvo este lunes una revista católica.

Las FAR "no está directamente comprometida con vejaciones, goza del respeto de muchos ciudadanos, es nacionalista y se siente -según tengo entendido- muy comprometida con el desarrollo armónico de la nación", afirmó Roberto Veiga, editor de la revista Espacio Laical.

"Las FAR, como gran conglomerado militar-económico-político, será una pieza clave en el futuro de Cuba", señaló por su parte Lenier González, otro de los editores de Espacio Laical.

Esta revista de la Arquidiócesis de La Habana es una de las pocas publicaciones fuera del control estatal y en los últimos años se ha dedicado a promover un debate nacional, incluyendo a los exiliados. La Iglesia Católica es el único interlocutor del gobierno comunista.

Las FAR, nacidas en 1959 del Ejército Rebelde de Fidel Castro, fueron dirigidas desde su fundación hasta 2008 por el actual presidente Raúl Castro, y sus generales tienen una importante presencia en el Buró Político del Partido Comunista (siete de 15 miembros), el Consejo de Estado y el Consejo de ministros.

También tienen amplia participación en la economía, fundamentalmente en el turismo (hoteles, marinas, líneas aéreas), tiendas divisas, la producción agropecuaria y en las obras de ampliación del puerto del Mariel, 50 km al oeste de La Habana.

"Llegado este momento (de una apertura política), las FAR deberán saldar la tensión entre mantener un poder descomunal para sí, que usurparía el quehacer político civil que debe regir una república, o en su defecto, facilitar la reforma de la institucionalidad republicana mediante un diálogo nacional ampliado, en una esfera pública lo suficientemente abierta e inclusiva", señaló González.

"Un Ejército sin poder económico y bajo el control total de los poderes civiles resulta un ideal que hemos de conseguir. No obstante, ahora el bienestar de la nación reclama que mantenga una relativa autonomía y cierta autosuficiencia económica, así como influjo social", dijo Veiga.

AFP.