La oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) criticó a Grecia y a Francia por su inacción ante la creciente llegada de migrantes a Europa.
La situación de los migrantes y de los refugiados que llegan a Grecia procedentes de Turquía es "absolutamente vergonzosa", declaró el responsable de la división europea de esta agencia, Vincent Cochetel, tras visitar el país heleno.
"En 30 años de experiencia humanitaria nunca había visto una situación así", lamentó.
La agencia calcula que, entre enero y julio, llegaron unos 124.000 migrantes a las islas griegas, sobre todo a Lesbos, Quíos, Kos, Samos y Leros. En julio se registraron otras 50.000 nuevas llegadas, 20.000 más que en junio.
"Grecia debe despertar ante esta emergencia", urgió Cochetel, que lamentó que la ayuda financiera de Europa sea "demasiado débil y tardía".
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, pidió este viernes ayuda a la Unión Europea ante una situación que "sobrepasa" las capacidades de su país, aunque prometió una serie de medidas para "mejorar las infraestructuras" de acogida (...), los "procedimientos" de identificación y la "coordinación" de acciones del gobierno.
La agencia de la ONU pide al gobierno heleno que "designe de urgencia a una autoridad única que coordine la respuesta y ponga en marcha un mecanismo de asistencia humanitaria", y celebra la "respuesta generosa de la sociedad civil griega en un contexto (económico) difícil".
Cochetel subrayó además que en Grecia hay numerosos cuarteles desocupados, tierras no cultivadas y organizaciones humanitarias dispuestas a ayudar.
- "Plan de emergencia" -
El responsable de ACNUR también instó a Francia a presentar "un plan de emergencia" para afrontar la crisis migratoria en el puerto de Calais (norte), donde casi 3.000 migrantes esperan una oportunidad de entrar a Reino Unido.
"Trátenlo como una emergencia civil", exigió, convencido de que esa crisis se puede gestionar perfectamente.
Cochetel pidió que Francia no se limite a adoptar unas "medidas de poca monta" y recordó que el problema existe desde hace 14 años y continuará por motivos geográficos.
También reclamó que Francia revise su forma de registrar peticiones de asilo, un trámite que exige siete semanas mientras que en muchos países de Europa se hace en un día.
ACNUR también reprochó la falta de cooperación de Reino Unido.
Entretanto, los migrantes siguen arriesgando su vida en las aguas del Mediterráneo con la esperanza de alcanzar Europa.
Tras el naufragio de un barco que dejó más de 200 desaparecidos el miércoles frente a las costas libias, una operación de rescate permitió salvar el jueves a unos 600 migrantes, que viajaban a bordo de un barco de pesca.
La embarcación viajaba tan cargada que los socorristas pidieron a los que sabían nadar que saltaran al agua y se agarraran a unos botes neumáticos con el fin de mantener el equilibrio del barco, explicó la ONG Médicos Sin Fronteras en Twitter.
"A bordo, dos hombres ayudaron a evacuar primero a las mujeres y a los niños", contó Christopher Miller, un periodista estadounidense que se encontraba en el barco humanitario Phaenix.
La policía italiana anunció este viernes que detuvo en Palermo a cinco supervivientes del naufragio del miércoles, dos argelinos y tres libios, de los que sospecha que son traficantes de personas.
Según testimonios de algunos de los 360 supervivientes del naufragio, uno era el comandante del barco desaparecido y los otros se encargaban de impedir que los pasajeros se movieran, recurriendo incluso a la violencia.