Al presentar su demanda contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, Bolivia ha dificultado cualquier solución a su centenaria reivindicación marítima y el camino del diálogo con Chile, advirtió el presidente chileno Sebastián Piñera en una entrevista con la AFP.
"Lo que ha hecho Bolivia va dificultar cualquier solución y el camino de diálogo" entre ambos países, dijo Piñera, al margen de su participación en la cumbre de mandatarios de la Asociación de Estados del Caribe (EAC) el viernes en Haití.
Tras haberlo anunciado hace dos años, Bolivia finalmente presentó el jueves su demanda en contra de Chile ante la CIJ, el máxima tribunal de Naciones Unidas, para lograr una salida al océano Pacífico.
En el escrito, estudiado ya acuciosamente por el presidente Piñera -que muestra a la AFP varios párrafos subrayados- el Estado boliviano solicitó al tribunal "que falle y declare que Chile tiene la obligación de negociar de buena fe con Bolivia un acuerdo pronto y efectivo que le otorgue una salida plenamente soberana al Pacífico".
"Tras estudiar este documento, todas las declaraciones y otros antecedentes, he llegado a la conclusión que el caso boliviano no tiene fundamentos, ni de hechos ni de derechos", afirmó el mandatario chileno.
En su demanda, Bolivia afirma que Chile se ha comprometido, a través de acuerdos, la vía diplomática y una serie de declaraciones atribuibles a representantes de alto nivel, a negociar una salida soberana al mar para Bolivia.
"Eso no es verdad. Chile ha tenido muchas veces voluntad y disposición para conversar el tema, pero Chile nunca se ha comprometido a ceder territorio, mar o soberanía", afirmó Piñera.
"Está claro que no hay ningún derecho. Lo que puede haber es una expectativa, una aspiración. Pero las expectativas y las aspiraciones no constituyen derechos", agregó.
Soluciones factibles
Bolivia perdió 400 km de costa, su única salida al mar, en una guerra que libró en contra de Chile a fines del siglo XIX, aliada con Perú.
El conflicto se zanjó con un Tratado de Paz y Amistad firmado en 1904 -veinte años después del fin de las hostilidades-, que según Chile fue concertado y válidamente ratificado por ambos países, pero que Bolivia considera fue "injusto" e "impuesto".
En ese acuerdo, Chile se compromete a otorgarle a Bolivia facilidades en todos sus puertos, habilitar un ferrocarril que una las ciudades de Arica y La Paz y pagar parte de su deuda externa, entre otros puntos, pacto ha cumplido cabalmente en su opinión.
"Chile sí ha estado dispuesto a través del diálogo, respetando el Tratado de 1904 y dentro del marco del derecho internacional, a buscar todos los caminos que permitan ir avanzando hacia una mejor relación con Bolivia y una mayor integración física y comercial", afirmó Piñera.
Una posible solución a este centenario reclamo, que mantiene rotas las relaciones diplomáticas entre Chile y Bolivia desde 1978, "es encontrar, dentro del respeto al Tratado de 1904 y el derecho internacional, acuerdos con Bolivia, y para eso se requiere del diálogo y la buena voluntad y no estar en este clima de amenazas, ni mucho menos de demandas judiciales", agregó el mandatario chileno.
Chile podría impugnar competencia de la Corte
Tras la presentación de la demanda, la CIJ ya contactó con Chile y Bolivia para acordar los plazos de su tramitación, confirmó Piñera.
Pero antes de darle curso a la demanda, el propio tribunal podría "no tomar el caso o Chile podría pedirle a la Corte que no tome el caso" ya que, por la particularidad de la demanda, Santiago tiene el resguardo jurídico para impugnar la competencia de la CIJ, acción para la cual no tiene un plazo definido, afirmó el presidente chileno.
Piñera reconoce también el "derecho" de Bolivia de impugnar otros diferendos abiertos con Chile, como las disputas por los ríos fronterizos del Lauca y Silala.
"En estricto rigor y de acuerdo al tratado de Bogotá de 1948, cualquier discrepancia entre países puede ser llevado a la Corte de La Haya. Esta es una materia que depende de ellos", afirmó el mandatario.
Zapato chino
Desde hace años, Chile y Bolivia han intentado alcanzar un acuerdo que permita avanzar en este tema. El último esfuerzo fue una agenda bilateral de 13 puntos, entre los que se incluía la demanda marítima, que fue lanzada durante el gobierno de la expresidenta socialista Michelle Bachelet (2006-2010).
La agenda se mantuvo al inicio de la gestión de Piñera, pero al conocerse la intención de Bolivia de recurrir a la justicia se detuvo.
Consultado sobre si ve razones políticas detrás de la paralización de las negociaciones por parte del gobierno del presidente boliviano, Evo Morales, Piñera afirmó que no cree que se trate de una animadversión personal.
El mandatario lo atribuyó más bien al "zapato chino" en el que se metió Bolivia al modificar su Constitución y obligarse, en un plazo concreto, a negociar o renunciar a cualquier acuerdo que entrara en conflicto con su reivindicación marítima.
"Ese plazo se cumple al final de este año y yo atribuyo esto a que Bolivia tomó hace cuatro años una decisión que está absolutamente reñida con el derecho internacional, porque uno no puede, con leyes internas o constituciones, pretender modificar un acuerdo", aseguró el mandatario.
"Es como si Chile aprobara mañana una Constitución que dijera que el territorio de los países vecinos le pertenece a Chile: eso no es válido internacionalmente", ejemplificó.
"Mi impresión -concluyó el mandatario- es que hace cuatro años Bolivia se metió en un zapato chino al aprobar esta Constitución, y que tenía que hacer algo. Y lo que decidió hacer fue esta demanda".